La otredad
trata del reconocimiento del Otro como un individuo diferente, que no forma
parte de la comunidad propia. Al reconocer la existencia de un Otro, la propia
persona asume su identidad. Aquí tratamos de ver la otredad del señor Vivas
Santana, al que perteneció en aquel entonces a otra comunidad política, con la
que coexistió en persona, donde asumió una identidad de la cual renunció. Pues en nuestro caso, el señor Vivas Santana
es ahora un individuo diferente al chavismo, en especial al madurísmo, por
quien siente odio visceral, un odio convulsivo donde pierde su Yo consciente,
pasando los límites del juicio político.
Expresaba el
señor Vivas Santanas el 20/04/2013: “Los resultados electorales del 14 de
Abril, independientemente del triunfo de Nicolás Maduro, ha evidenciado que el
país está dividido en prácticamente dos partes iguales. Ello significa que las
llamadas fuerzas revolucionarias (las cuales siempre hemos apoyado) no pueden imponer
su forma de pensar sobre la otra parte del país. …Al parecer el señor Vivas
Santana estaba del lado de “las fuerzas
revolucionarias”, pero nos lama la atención que en ese momento dijera “que
siempre hemos apoyado”. (“La solución
a la crisis política: Asamblea Nacional Constituyente”, Aporrea,
20/04/2013).
Pues el tiempo
ha pasado, ha corrido mucha agua debajo del río, nunca el chavismo ha impuesto
una forma de pensar, “el pensamiento
único”, el pensamiento totalitario o fascista, se ha ceñido al mandato constitucional,
a la democracia participativa y protagónica de donde extrae su savia, su
vitalidad política unido con el pueblo, pagándole amor con amor, con las
misiones sociales, haciendo realidad los
derechos del pueblo, de allí la fuerza revolucionaria del chavismo, del
ejemplo.
Sin embargo el
26/07 2017, escribe Vivas Santana: “Si quiere un país sumido en un solo
pensamiento, en donde sólo se haga lo que dicten en Miraflores: vote en la
constituyente”, Ya el ciudadano Javier Santana no es el mismo, ya no apoya a
las mismas fuerzas revolucionaria que dijo siempre apoyar, ahora es hombre
irónico, despechado, frustrado, ahora se ha convertido en un opositor furibundo
contra el chavismo, en especial contra Maduro, a quien entonces llama dictador
de Miraflores. (“Si quiere la muerte del país: vote por la constituyente”, Aporrea, 26/07/2017).
Sigo con el
2013: “Nadie desde el Alto Gobierno, ni en el seno del Partido Socialista Unido
de Venezuela (PSUV), y la propia oposición pueden negar que los resultados
tienen confrontada a la población. Las movilizaciones a las que han llamado
ambos “líderes” por defender lo que supuestamente les “corresponde” amenaza con
teñir de sangre los espacios del país; es decir, es mentira que tales
movilizaciones terminen en “paz”, cuando sabemos que las emociones llevadas por
el afán o “razón” política pudieran remitirnos a escenarios superados,
similares a los ocurridos entre 2002 y 2003”.
Hoy en el 2017
se sintetiza esas luchas de nuevo, esas contradicciones de una oposición que se
ha negado reconocer la derrota política, que nunca ha descansado apostando a la guerra civil, que ha impedido
gobernar, mantiene en zozobra al país, desconociéndole el derecho a la gente,
en la práctica imponiéndole trancones, plantones, limitándole la circulación y
el tránsito, en una palabra podemos creer que se trata de lo que Javier Vivas
Santana señala de “imponer su forma de
pensar sobre la otra parte del país”, el fascismo.
El Yo consciente
le dice a Vivas Santana: “Es irónico, pero los resultados electorales como
efecto del fallecimiento de Chávez, pareciera que nos han llevado a un punto
final de una etapa histórica, porque un bando, una mitad se empeña en llevar
adelante su revolución y la otra en afrontar que estamos frente al comunismo y
el totalitarismo. Mientras esto ocurra, somos del pensar que semejante forma de
hacer “política” puede llevarnos a circunstancias dolorosas y de consecuencias
impredecibles en lo social, lo económico, y por supuesto, lo político”.
Claro es
cierto, lo que dice Vivas Santana, el perder los espacios del poder, la
burguesía y el imperialismo que lo secunda no está resignad a perder la plaza
de Venezuela, las dadivas petroleras, los recursos del país, el regalo del
imperio, la renuncia de la soberanía, por eso la oposición desde siempre ha perdido los estribos, el
sentido de la política, los resortes del poder como los ha perdido no tiene
otra forma de hacer política sino apelando a la violencia, a la guerra por
otros medios, disfrazados, enmascarados de protestas pacifica, mientras cometen
cualquier tipo de desmanes y violaciones a los derechos civiles y democráticos.
Continua su Yo
consciente: “En tal sentido, la conflictividad política que tenemos no podrá
solucionarse de manera “institucional” salvo que los interesados tanto de un
bando como de otro, es un ejercicio de sindéresis, comprendamos que la
propia Constitución Nacional es la única herramienta que nos brinda el espacio
idóneo para afrontar la situación política actual. Es por ello, que
somos de la propuesta de ir hacia una Asamblea Nacional Constituyente conforme
con lo establecido en el artículo 348 de nuestra Carta Magna, concretamente en
lo descrito en que la misma podrá ser convocada con el quince por ciento de los
electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral”.
Exactamente
llegó la hora en que ese conflicto deba dilucidarse, resolverlo en bien del
país, predominar “la sindéresis” en vez de la intolerancia, el dialogo y no la guerra civil, la paz y no el
conflicto eterno, solo que ese 15% de electores no convocó la Constituyente, ni
la asamblea, ni el cabildo municipal, en este caso correspondió a Nicolás
Maduro el 1 de mayo del 2017 de acuerdo con ese mismo artículo 348 que llamó
Javier Antonio Vivas Santana, apelando a la Constitución como herramienta
política para desbloquear el juego político trancado entre oposición y
gobierno, es la Constituyente el instrumento, el pueblo convocado a deliberar
por encima de los poderes públicos, el poder originario llamado a resolver este
conflicto imponiendo la Ley.
Pero al señor
Vivas Santana se le revela su Otro Yo, ese del 2017 que escribe: “Instalar la "constituyente", será
comenzar la guerra civil. Venezuela exige que las cúpulas entiendan que el país
no son sólo ellos, sino una población que clama por una solución que nos marque
una ruta democrática, y para que se origine un acuerdo político, ambas partes
tienen que ceder en sus pretensiones de poder ¡Basta de muertes y violencia! “.
Olvida el señor Vivas Santana quien pone los muertos, las víctimas, nada más ni
nada menos que el pueblo, todo porque las cúpulas de la oposición se niega a
acatar la Constitución que nunca han aceptado.
Entonces lo
que era “sindéresis” ahora resulta que es “amenaza de guerra civil”, si antes
era solución, ahora pretende “negociación” de los derechos constitucionales,
acuerdos políticos por encima del poder originario, el ceder los derechos del
pueblo, esto es lo que le señala al señor Vivas Santana su actual Yo, el que no
corresponde al que fue en el pasado, al que renunció, al que siempre apoyaba
las fuerzas revolucionarias. Finalmente me hago una pregunta, ¿tendrá
sindéresis, reconocerá finalmente el señor Santana que la Constituyente es la
herramienta política constitucional para evitar una guerra civil?. Tiene la
palabra el señor Vivas Santana en responder por su medio natural, Aporrea.
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