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jueves, 10 de diciembre de 2020
viernes, 25 de septiembre de 2020
El poder mediático destruye cerebros
Por: Alberto Vargas | | Versión para imprimir
Debemos insistir sobre la aplastante y criminal "guerra de cuarta generación", la cual se traduce en su definición técnica en "guerra psicológica", o "guerra sin fusiles", que es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientada a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de las armas.
No es una guerra convencional, (a la cual puede llegarse y es una posibilidad que no puede descartarse), sino de otro tipo de guerra, esto es, lo que los teóricos militares de los Estados Unidos han denominado "guerra de cuarta generación" o guerra sin fusiles. Este tipo de guerra, no convencional, se viene implementando en Venezuela al menos desde 2002 con el gobierno del eterno Hugo Chávez, si se toma como punto de partida el fallido golpe de Estado de abril de ese año, donde el poder mediático actuó blindando las informaciones o los hechos noticiosos que generó esta estampida fascista en lo interno y externo del país.
Luego, hay que considerar todo el despliegue propio de este tipo de guerra, en la que se recurre a las acciones de baja intensidad, al saboteo permanente, a la guerra mediática, al desprestigio sistemático como es el caso del Gobierno Bolivariano, entre otras estrategias desplegadas.
El término guerra de cuarta generación se empezó a usar en 1989, cuando William Lind, junto con cuatro oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina de EEUU, con la publicación de un documento con el título: "El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación". La esencia de esta doctrina militar consiste en desarrollar una confrontación irregular nunca declarada de manera oficial por un Estado en la que se combina la acción de grupos operativos descentralizados, expertos en contrainsurgencia, entrelazados con la acción de grupos irregulares de tipo paramilitar en acciones de sabotaje y de desgaste. Ahí está de manera ilustrativa el saboteo eléctrico, el petrolero y cuatro hojas más de etcétera.
Estas acciones se complementan con la guerra mediática y sicológica, impulsada por grandes grupos de propaganda, esto es, medios de comunicación social privados. La manipulación informativa y la malicia, las mentiras programadas y la desinformación son parte fundamental de los dispositivos de la guerra de cuarta generación. Del mismo modo, como parte de esta guerra se libra una ofensiva diplomática, en la que también se acude a la mentira y a la desinformación, como lo hace hoy el gobierno de los Estados Unidos contra Venezuela, propalando calumnias como aquella de que el principal peligro para la seguridad del continente era el gobierno de Chávez, que habría convertido al país en un santuario del narcotráfico y del terrorismo, una dictadura que cierra los medios de comunicación y limita la libertad de expresión. Allí está en tiempo real el amañado informe del mal llamado grupo de Lima o de los gobiernos satélites de Estados Unidos contra Venezuela en materia de derechos humanos que es un facsímil de la realidad de Colombia.
Por supuesto, el elemento esencial que explica la guerra contra Venezuela, agenciada por la ultraderecha fascista apátrida venezolana, está referido al odio y miedo que le suscita la Revolución Bolivariana al igual que al imperialismo estadounidense y a sus corifeos. Una revolución participativa y protagónica del pueblo venezolano que está en ejecución desde hace 21 años en la construcción de un modelo diferente de organización social, en la cual se reivindica la redistribución de la riqueza, el mejoramiento de las condiciones de vida de la amplia mayoría de la población y esboza otro tipo de relaciones internacionales y un manejo soberano de sus recursos naturales cuyo norte esencial es el fomento de la paz en el ámbito mundial.
Luego, no es difícil concluir que el objetivo prioritario de Estados Unidos es Venezuela porque reúne dos condiciones que le restan a su señorío: posee una de las mayores reservas de petróleo del mundo y, lo más angustiante sobre todo para el Pentágono y Washington, que es un Gobierno díscolo, que ha demostrado tener una política revolucionaria y fuertemente antiimperialista, como se demuestra, entre otros hechos, con su papel en la OPEP, su postura crítica ante los crímenes del Estado de Israel (como aconteció con la criminal acción de "plomo fundido", a fines de 2008 y comienzos de 2009), su impulso al ALBA-TCP, su protagonismo en la configuración de UNASUR, su política de solidaridad petrolera con diversos países y sus relaciones hermanas con Cuba, Nicaragua, y tantos otros pueblos revolucionarios como Rusia, Irak, China y cuatro hojas más de etcétera. Tras una política cuyo propósito fundamental resulta unir las capacidades y fortalezas de las naciones que están en la senda del humanismo, con la perspectiva de producir transformaciones estructurales en el sistema de relaciones para alcanzar el desarrollo integral requerido para continuar como naciones soberanas y justas. Esta es la razón de la pena capital que ha decretado Estados Unidos contra el pueblo venezolano, asimismo, el móvil de llo que envuelve las acciones y los objetivos criminales de la guerra de cuarta generación, lo cual incluye, desde luego, el blindaje de la prensa nacional e internacional, para favorecer a Washington.
Razón de sobra le asiste a José Martí cuando afirmó que nuestro Continente Hemisférico necesitaba una segunda independencia y el Libertador Simón Bolívar tenía todavía mucho que hacer en estas tierras: la Patria Grande. ¡¡¡Nosotros Venceremos!!!.
miércoles, 5 de diciembre de 2018
No hay revolución sin el látigo de la autocrítica revolucionaria y la crítica
Por: Alexander Kórdan Acosta R. | | Aporrea, Versión para imprimir
Sensibilidad y rectificación ante las contradicciones históricas
La crítica es un ámbito muy sensible a muchos, hay quienes no la toleran, acusan de "antirrevolucionario" a quienes la ejercen, los llaman "disidentes", los apartan del Gobierno, incluso aquellos que sustentan fundamentos que con razones prácticas demuestran sus verdades, otros prefieren ocultarla, sostener el lado oculto de la realidad, vivir como dice la oposición como "enchufados", a "cuidarse del que dirán", prefieren no decir nada, guardar silencio, creen que la verdad les hace daño, cuando en honor a la misma, ella depura, Lenin decía,"la verdad es revolucionaria" porque es concreta, impulsa las luchas, estimula a la acción política contra la enajenación social, desmitifica la realidad, expone a ciencia cierta todas las contradicciones de un proceso histórico, es esto lo que nos ocupa en esta coyuntura política.
Lenin fue muy tolerante con Trotsky, Bujarin, etc, así como Bolívar fue muy autocrítico con la caída de la Primera República en su "Manifiesto de Cartagena"; hay muchos ejemplos, pero en cuestión de disciplina patriota y revolucionaria, El Libertador fue intolerante con Piar, aunque muchos años después se arrepintiera de su fusilamiento y en los asuntos de principios se mantuvo leal a la revolución independistas. Por todo lo anterior, viene la pregunta,¿Puede un ciudadano, un revolucionario hacer crítica a la revolución liderada por Nicolás Maduro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela? La respuesta es sí, y ese es su deber, no puede renunciar a "la Potentia" como decía Dussel, pero eso exige reflexión crítica con la realidad, dialogar con ella desde el pensamiento crítico y su aporte constructivo.
Aplicación de Las Tres R si es verdadera la revolución hay que defenderla
Del lado del Gobierno debe haber "reconocimiento público", enmendar sus
pasos, rectificar, Chávez decía aplicar las tres R, (Revisión, Rectificación y Reimpulso), la revolución bolivariana ha demostrado no ser un camino recto, las razones obedecen por un lado, a las acciones opositoras, al sabotaje contrarrevolucionario que no deja gobernar el país en Paz y con estabilidad y posiblemente empujan a cometer errores por acción u omisión. Pero por la otra, a la falta de control y seguimiento a las líneas estratégicas, a las acciones tácticas, al "Plan de la Patria" (2007-2013/2013-2019) no conozco una experiencia donde el mismo haya sido sometido a su evaluación crítica, a evaluar sus resultados, a conocer el porcentaje de ejecución, de realización, a reconocer que se logró y no se logró, qué tareas revolucionarias quedaron pendientes. El Pueblo pide a gritos "Seguimiento y Control" en todas las esferas públicas del Poder, evitar la corrupción, es decir el abuso del poder, la usurpación de los bienes y la riqueza.
Cuando no respondemos a las necesidades populares y sus satisfactores, --guardamos silencio--, no reconocemos errores, no damos explicaciones a lo que pasa, ¿porque no damos soluciones del ejercicio del Poder Popular, porque no ofrecemos "Rendición de Cuenta"?, siendo así; entonces el pueblo comienza a especular, a decirse a sí mismo, ¿Cuál es el cambio, cambiamos para no cambiar nada?, mientras tanto, la oposición teje mentiras, confabulan y terminan convirtiendo verdades en falso positivas. Por todo eso, dicen "no es fácil llegar al poder, pero más difícil es defender la revolución si es verdadera", de vez en cuando a la revolución le hace falta el látigo de la contrarrevolución, a ver si se desaletargan de la modorra burocrática y la comodidad aburguesada.
Sentimiento revolucionario del chavismo bolivariano
Demos algunos casos a manera de ejemplos; ¿Qué pasa con el tema de la basura en Venezuela, en particular en el Zulia, o bien, puede ser cualquier otro servicio ya sea agua, electricidad, los más elementales, porque no se atienden como debe ser, en forma regular y de calidad de servicio?, el gobierno podría defenderse y argumentar que, "necesitan repuestos, insumos, equipos, transporte, etc., y dado el bloqueo comercial y financiero, no hay posibilidad de afrontarlo", pero no, --hay silencio político--, la prensa pública no dice nada, los medios de comunicación públicos nada dicen, existe un mutis, mientras tanto el pueblo contempla pasivamente el panorama, ¿y que espera la burocracia de nuestra parte, de quienes militamos en "el chavismo bolivariano" para diferenciarlo del "chavismo crítico", que no nos callemos, que no nos inmutamos, que hagamos como si no pasara nada?.
Está claro que en toda injusticia social hay un sentimiento revolucionario, en "cada acto revolucionario hay un sentimiento revolucionario" decía el Che Guevara, los derechos del pueblo no pueden ser violentados, y menos un gobierno que se autoproclama de socialista, no puede quedarse de brazos cruzados y nada decirle al pueblo que pasa?, no, algo hay que hacer, hay que dirigirse al mismo, "obedecer mandando" indica Evo Morales, explicarle que pasa, que sucede, con seriedad, sin maquillar la realidad, sin justificar la ineficacia y la ineficiencia, no podemos ocultar ese lado oscuro, si llegamos al poder es para cambiar, de lo contrario, otros nos quitarán las banderas de lucha, las banderas revolucionarias.
Nunca los Patriotas se han dado por derrotados frente a la adversidad,por muy perdida que fuese las batallas contra el imperialismo español y la oligarquía local, es el caso de "la inmolación de Ricaurte", los patriotas nunca se dieron por vencidos, allí está la campaña admirable, los patriotas reinventaron "las acciones políticas" de guerra y en este contexto, estamos llamado a "reinventar o erramos la política", parafraseando al Maestro Simón Rodríguez la lucha contra el capitalismo y eso porque el socialismo tiene suficiente recursos para derrotarlo. El quid del asunto es incorporar al pueblo a las tareas revolucionarias, a la contraloría social, a denunciar a los burócratas que no hacen su trabajo político, administrativo y practica la política como la ciencia manipuladora de "gobernar mandando al pueblo".
La crisis más dramática de la historia republicana
El pueblo y su clase trabajadora recibe, aparte de "la explotación del trabajo" en la sociedad capitalista venezolana,todo el peso de "la crisis inducida y real", no solo por la guerra de precios sino también por la agresión del dólar y la ineficacia del gobierno para enfrentar la crisis capitalista, las consecuencias las tenemos a la vista, tenemos la crisis más dramática de la historia política del país después de la agresión militar a Venezuela al gobierno de Cipriano Castro a principios del siglo XX, la razón es que el país está sometido a un bloqueo comercial, financiero y monetario que no tuvimos cuando el Caracazo, cuando el FMI y la banca Mundial sometió al país "sin mucho esfuerzo", solo por la traición tanto del gobernante de turno como por la burguesía local.
Recordemos; a finales de la década 80 del siglo XX, El Caracazo fue como respuesta popular, una muestra de acciones políticas heroicas del pueblo en la calle frente al gobierno socialdemócrata de Carlos Andrés Pérez. En aquel entonces; el Fondo Monetario Internacional imponía las políticas al Gobierno Nacional, ellas privatizaban y enajenaban la soberanía del pueblo, la Asamblea Nacional de aquel entonces, adeco-copeyana eran cómplices del entreguismo del país a las transnacionales y la burguesía local reducían el gasto social, arremetían contra el pueblo, y por ende conculcaban todos los derechos sociales y humanos alcanzados, violando la Constitución, de allí que la protesta prendiera la calles contra el gobierno.
Por el contrario; en el gobierno de Nicolás Maduro, si bien no podemos señalarlo por abdicación frente al FMI, la Banca Mundial, las transnacionales, él, no ha cedido soberanía e independencia nacional, sin embargo, ha devaluado nuestra moneda a causa de la hiperinflación desatada por la guerra económica, asumiendo las consecuencias sociales y políticas, --en parte, por no haber administrado adecuadamente las divisas, los petrodólares--, la falta de previsión frente a los mercados petroleros, la caída de divisas, la asignación irresponsable al capital privado sin exigirles compromisos de importación, con relación a los ciudadanos el haber hecho "una piñata" de dólares donde la viveza criolla hizo fiesta de los petrodólares, el raspacupismo, aquellos que vendían las tarjetas de créditos, vendía dólares viajeros, "el venezolano viajaba al exterior y lo veían como rico, hay que ver como miles de millones se fugaron del país por la venta en el mercado interno y todo llegaban a parar a manos del "capital privado" que exportaba para colocarlo en la banca mundial, todo esto derivó en un déficit de divisas en la balanza de pago, en dificultades para cancelar los compromisos internacionales, los riesgos de las calificadoras y amenaza de intervención externa. "Todo por no sembrar el petróleo" para industrializar y diversificar la economía socialista y popular en Venezuela.
Responsabilidad ante la crisis, no esperemos la derrota de los fundamentos bolivarianos
Chávez en su oportunidad lo hizo, se hizo responsable por los errores ocasionados, pidió al pueblo, Perdón Público. Desde otra perspectiva, ¿Qué responsabilidad tiene el gobierno chavista por la gestión pública, por los servicios públicos hoy?, ¿es o no responsable?, ¿admite su responsabilidad frente a los ciudadanos por ejemplo, cuando se dañan los equipos eléctricos por las fluctuaciones eléctricas, bien sea se queman las unidades de las neveras, de los aires acondicionados y sus protectores, filtros de agua, bombillos, etc.?, o tal vez, veamos; ¿admite su responsabilidad, al reconocer los daños ocasionados cuando un vehículo sea público o privado de transporte o de uso particular cuando cae en huecos, boca de visitas cuyas tapas han sido robadas o sencillamente cuando chorros de agua, ríos de agua vertidos en las calles y carreteras manan a lo largo de calles y avenidas deteriorando las carreteras?. Dependiendo de la respuesta, podemos decir si se defiende o no la verdad, se es o no se es revolucionario. Si por "Revolución es todo lo que hay que cambiar", decía Fidel Castro. ¿Qué esperamos para hacer política "juntopodemos" como señala Maduro con el pueblo para cambiar?.
Si no cambiamos lo que hay que cambiar, seremos víctimas de las adversidades, no nos acercaremos a "La Utopía", lo que frena la revoluciones el engaño, la mentira, lo que impide al pueblo acercarse al partido revolucionario, traicionar actitudes frente a los problemas públicos, la insensibilidad frente a las penurias del pueblo, ella no es amiga de la revolución, si fuese así; ella desdice de los "fundamentos bolivarianos", cuando el mismo Bolívar al final del Manifiesto de Cartagena declara en relación al pueblo oprimido, "….corramos a romper las cadenas de aquellas víctimas….no burléis su confianza, no seáis insensibles a los lamentos de vuestros hermanos. Id veloces a vengar al muerto, a dar vida al moribundo, soltura al oprimido y libertad a todos". Vale, hay que acudir veloces a socorrer a las criaturas oprimidas, no hacerlo, simplemente resta, zozobra, intranquiliza, de manera que no hay alternativa, "reinventamos a erramos" las acciones públicas, la política, no hay justificación, organizar al pueblo para asumir el papel protagónico, participativo, la búsqueda de soluciones socialistas, colectivas posibles, a defender a la Patria en cada calle, avenida, casa, callejón, urbanización, carretera, fábrica, mercado o industria, en toda su vida cotidiana la cultura política nos espera.
Deslegitimación de la revolución, no podemos optar entre callar o morir, necesario es vencer
"La mayor suma de felicidad social es posible en revolución bolivariana", sin embargo, cuando se resta a la misma el derecho de vivir viviendo, a ser feliz, cuando se debilita la voluntad de vivir, cuando el pueblo tiene hambre, carece de medicamentos, sufre los rigores de transporte público que en veinte años no se ha hecho colectivo y masivo para ver su parque automotor deteriorado por falta de repuestos e insumos importados, el pueblo se hace pesimista, se vuelve triste, ¿Qué hemos mal a casi veinte años de revolución, que hemos dejado de hacer?, si no lo asumimos quién puede afirmar que no se "deslegitima la revolución, pierde apoyo popular, sus líderes pierden credibilidad", el ejemplo es muy sencillo, "no hay peor ciego que no quiera ver", ahora mismo, en el umbral de las elecciones municipales, --no se conocen los concejales representantes del chavismo--, y los anteriores, no se sabe si los mismos han rendido cuenta al pueblo, en cada municipio o parroquia, hasta ahora no dan la cara de frente al pueblo.
Ese camino de "no rendir cuentas al pueblo", en tanto que el pueblo de no ejercer la contraloría social, la inercia del concejo comunal, al no ejercer participativamente el Poder Popular, la democracia y el socialismo, acerca "al chavismo a perder las elecciones municipales" o cualquiera otra, la guerra económica han evaporado los logros sociales y económicos de la revolución, las Metas del Milenio, con algunas excepciones, pese al esfuerzo del gobierno de la Gran Misión Vivienda, muchas familias no tienen acceso a la misma, el salario no les alcanza para vivir viviendo, viven muriendo con la desesperanza, con la tristeza a cuesta, aparte de la que ya el capitalismo local en conjunción con el imperialismo les ha creado con la guerra inusual, extraordinaria, convencional y no convencional de Quinta Generación. Frente a toda a esa panoplia de problemas, no tenemos derecho a fallar, "no podemos fallar" dijo Maduro en Conferencia de Prensa en la visita del presidente Turquía Recep Erdogan en visita a Venezuela recientemente, lo extraño es que se le dio la réplica de "La espada de Bolívar, a un personaje incurso en la ocupación de Siria y el robo del petróleo del mismo país. Sancho cosas veréis, le decía el Quijote.