EL
SOFTWARE DEL ANTIDESARROLLO Y DESARROLLO
EN
VENEZUELA
Alexánder
Kórdan Acosta R. Kordankovki@gmail.com
“Convocados
por el Asociación Venezolana de Ejecutivos (AVE), cuatro analistas, Ángel Alayón,
Richard
Obuchi, José María de Viana y Anabella Abadi,
examinaron las implicaciones que tendría para Venezuela quedar fuera de la
nueva economía en gestación y las trabas que actualmente impiden que el país
comience a transitar hacia el desarrollo”.
Que entiende estos expertos por la
economía en gestación y cuales trabas se refieren estos analistas para que Venezuela transite hacia el desarrollo? Comencemos con el primero, Ängel Alayón
plantea la incorporación de la sociedad venezolana al desarrollo mediante la
tercera revolución industrial (la robótica industrial) y para ello plantea “que
es vital reconocer que ´no hay ninguna experiencia histórica que diga que los
ciudadanos de un país pueden prosperar sin la presencia de una inversión
privada vigorosa¨. (Neoliberalismo del siglo XXI). Este caballero plantea de otro modo la
situación del desarrollo, mejor dicho, que
sin la inversión privada no hay desarrollo, que esto es vital, que la presencia
del Estado por defecto no lo es, sin embargo la inversión privada requiere como
ingredientes:
“el software de la economía” según Alayón, el software del desarrollo, entonces
para no dejar fuera del juego al Estado (burgués, la nota es mía) como
apalancamiento de la clase burguesa mediante leyes y soporte (el petróleo, en
el caso venezolano, la nota es mía) sugiere: “La interacción entre el gobierno,
el sector privado y las instituciones que sean capaz de crear un entorno que
propicie la inversión, la innovación tecnológica, la estabilidad macroeconómica
y la mano de obra altamente calificada”. ¿Qué tipo de Gobierno, que tipo de
Estado propone el señor Alayón? Al parecer el tipo de gobierno que se oriente
por su dogma de que la experiencia histórica no conoce otra forma de prosperar
un país (desarrollo) que la llevada a cabo por la inversión privada, asi un
gobierno clasista, un gobierno en manos de los capitalistas que procure apoyo que
como dice “propicie la inversión, la innovación tecnológica, estabilidad
macroeconómica y mano de obra calificada”, esto quiere decir según nuestro
parecer en nuestro caso, divisas para las empresas privadas, más inversión en
la educación pública (sin costo alguno para la empresas privadas), créditos
para las empresas privadas producto del ahorro en programas sociales, y también
inversiones en infraestructuras como ahorro de las inversiones privadas.
Otro de los
especialistas participantes en el evento, Richard Obuchi, profesor del IESA y economista, señaló: “que el país se ha estancado de una
manera dramática, entre 1950-1978, Venezuela fue de las cinco economías que más
creció en el mundo. Pero luego vino un período de muy pobre desempeño….” Aquí pone
en evidencia que desde ya antes del Pacto de Punto Fijo y durante ese período
aún después, podríamos decir 1978-1998, de acuerdo con el especialista “el
desarrollo del país se estancó de manera dramática”, ¿Que hizo la democracia
representativa, que hicieron los gobiernos adecos y copeyanos, cual fue el
papel del estado capitalista venezolano como responsable de este estancamiento dramático del desarrollo?,
No hay duda gestionaron un fracaso, el software de la economía, del capitalismo
de estado no les funcionó, el apalancamiento del estado no sirvió.
Afirma Obuchi: “En contraste Brasil, China, Hong Kong, Indonesia,
Bostwana, Korea, Malasia, Malta, Omán, Singapur, Taiwan, China y Tailandia
crecieron a una tasa superior a 7% anual durante 25 años, con lo que lograron
impulsar de manera muy importante su calidad de vida”. “Estos países tienen en
común que se han integrado a dinámicas y oportunidades en el contexto global,
gozan de estabilidad macroeconómica, las instituciones del mercado asignan los
recursos, cuentan con gobiernos creíbles y hay inversión”. Estos espejos que
nos coloca Obuchi como modelos de
desarrollo que lograron impulsar su calidad de vida” considera que adoptaron
políticas de desarrollo (de aperturas de inversiones privadas externas, la nota
es mía), aplicaron programas de inversiones (estatistas, la nota es mía) además
de gobiernos creíbles. Pero de acuerdo
con su punto de vista, en el caso de la economía venezolana, según Richard
Obuchi, “Desde su punto de vista, la falla en la economía venezolana va mucho más allá
de la alta dependencia en los precios del petróleo”. Quiere decir que durante
1950 para no hablar de principios de siglo, la inversión privada ni el gobierno
(dictaduras y democracias representativas) pudieron hasta 1978 e incluso hasta
el periodo de 1998 romper el modelo de dependencia que fuese capaz de transitar
hacia el desarrollo, por el contrario, nos llevaron hacia “el estancamiento
dramático”, producto de la deuda externa y los prestamos internacionales.
Cuando dice Obuchi que pese a que
el problema es “la dependencia del petróleo”, asimismo, “…Por eso tenemos una economía más
dependiente de las importaciones y muy poco atractiva para las inversiones”
(privada extranjeras) Al parecer muy poco ha hecho la inversión privada para
romper este modelo de dependencia-importador, (la economía de Puerto) pero el
asunto va más allá del modelo desarrollo dependiente del petróleo, mejor dicho
que Venezuela no puede incorporarse a la III revolución industrial sino
resuelve el problema del mercado, Obuchi
dice que “Esto tiene que ver con el funcionamiento de instituciones económicas
clave. Por ejemplo: un control de precios conduce a escasez y eso restringe el
funcionamiento del mercado. Y, al no haber una asignación en la economía en
base al valor de las actividades, alteras de forma profunda los incentivos y no
creas un entorno que favorece la inversión y la productividad”. (Más
neoliberalismo en el siglo XXI). Aquí se repite de nuevo los dogmas
neoliberales, Obuchi espera que la liberación de precios (inflación) crea
“los incentivos de la inversión y la
productividad” como producto de políticas macroeconómica de un gobierno
(privado, corporativista, la nota es mía) que apoye la inversión privada
(capitalista) como los dogmas del tránsito al desarrollo para crear la economía
en gestación, el engendro capitalista neoliberal al parecer como dice el
refrán, “Dios los cría y el diablo los junta”.
Pero qué
dice Anabella Abadi, (economista y analista de Entorno y Gestión Pública
en ODH Grupo Consultor), si tenemos
una economía dependiente del petróleo, con sector privado que genera 65% del
PIB y emplea a 80% de los trabajadores”, pero que no genera productos de alto
valor agregado, productos industriales competitivos en el exterior, una
burguesía que no se ha incorporado a la tercera revolución industrial, que se
resiste a invertir en el desarrollo, que es parasitaria financiera de las
divisas del estado, -- quien produce mediante el petróleo, el 90 o más de los
dólares que entran al país--, aquí, la economista Abadi dice: “el país está
bajo un sistema con hegemonía del partido del gobierno, donde no se apoya a la
propiedad privada, aumenta el peso del Estado en la economía y se recurre a la
planificación centralizada”. Como vemos todos los expertos antes mencionados
son defensores de las empresas capitalistas, son partidario de defender el
sistema capitalista, de acuerdo Abadi, según “el reporte de competitividad del
Foro Económico Mundial ubica a Venezuela como la décimo cuarta economía menos
competitiva para hacer negocios y el ranking del Banco Mundial como la octava”.
Quiere decir que para mejorar el posicionamiento de Venezuela en el ranking
mundial, debe el gobierno, proteger la propiedad privada, acabar con la
planificación centralizada, dejar el software
de la economía en manos privada, sin embargo, queda abierta la pregunta,
¿Quién invertirá en la tercera revolución industrial, si a todas luces, los
inversionistas privados no tienen tradición de desarrollo industrial,
innovación, riesgo ni competitividad? Mejor dicho parafraseando a Ängel alayón hay
un hecho el que está demostrado que no hay ninguna experiencia histórica en
Venezuela que diga que los ciudadanos y ciudadanas hayan prosperado
equitativamente con la inversión privada, que ésta haya asumido el riesgo del
desarrollo, por el contrario ha sido la inversión pública la que ha estimulado
el desarrollo.
Pese a “la
administración ineficiente de los recursos, el abandono de las señales de
precios del mercado, lo subsidios, a empresas públicas, escasez de mano de obra
calificada y el desempleo” Venezuela ha invertido en el desarrollo en los
últimos años más del 60% del ingreso petrolero en el desarrollo, (unos 800
millones de dólares. Para Obuchi, esto “no es inversión en el desarrollo”,
según él, “este dinero impulsó el gasto público a niveles récord pero gastar no
es lo mismo que invertir”, si es así, de acuerdo con el experto Obuchi,
entonces ¿Qué significa invertir en vivienda, en educación, en salud, en
infraestructura, soberanía alimentaria, Misiones para el desarrollo humano?
¿Inversión en gasto público, no es invertir en desarrollo social y humano?, Es
aquí donde los dogmas neoliberales
ciegan a estos caballeros y la dama, su posición contra el socialismo del siglo
XXI los obnubila, el papel hegemónico del partido, del gobierno popular, la
propiedad pública los predispone contra el socialismo, y lo que es peor
desconocen el pensamiento bolivariano respecto de la hacienda pública.
Complementemos la visión de desarrollo dependiente de Obuchi al
evaluar a ese sector privado que nos habla la experta Anabella Abadi, ---sector privado que genera 65% del PIB y
emplea a 80% de los trabajadores---para José María de Viana, expresidente de Movilnet y miembro de la junta
directiva de Digitel, señala que “Venezuela prácticamente sólo produce petróleo
y, al contrario de lo que se piensa, es simple porque es un sistema de
enclave”, quiere decir que tenemos una burguesía de enclave, dependiente del
petróleo, que compra dólares baratos e importa productos caros, una burguesía
que se cree del primer mundo y genera “productos pobres en país pobres”,
(neo-colonias) incapaz de asumir el transito al desarrollo, de “producir productos complejos y costos”
propio de los países ricos (industrializados). Entonces nos preguntamos ¿Cuál
es el mapa del desarrollo? José
María de Viana, expresidente de Movilnet y miembro de la junta directiva de
Digitel, señala que “Gracias a que países como China e India han encontrado la
senda del crecimiento en los próximos años, asegura José María de Viana, aparte
de computadoras domésticas con la capacidad de procesamiento del cerebro
humano, telecomunicaciones, energía solar, robots, alrededor de 2 mil 500 millones
de personas aumentarán el consumo de bienes y servicios creando una gran
oportunidad para los países que sepan insertarse en la tercera revolución
industrial”.
Podemos decir también que gracias a la cooperación con China, Rusia e Iran, Venezuela también encontró la
senda del desarrollo, halló su mapa, con la cooperación de estos países
Venezuela ensambla computadoras, tabletas, celulares, electrodomésticos,
fabrica tractores, autobuses, satélites, como dice Viana “adquiere en la
práctica, el “saber hacer” de los procedimientos y la experiencia: No hay forma
de aprender a producir si no produzco. Y esto requiere una toma de decisiones.
Por ejemplo: que una sociedad se organice para producir vehículos de buena
calidad. No hay forma de desarrollar productos de calidad si no tenemos un
conocimiento productivo y ése es un proceso que no es corto. Es largo y
requiere condiciones: que se quiera desarrollar eso progresivamente”. Ese es
nuestro mapa de desarrollo, nuestro software, capturando “la innovación y la tecnología, esto pasa por
captar talento”.
¿Pero que sucede en Venezuela que no termina desplegarse la tercera revolución industrial?
Primero porque no tenemos un sector privado capaz de aliarse con el estado (el
gobierno) sea cual sea, sin importar el signo político, apuntando al
desarrollo, incapaz de innovar y producir, ser competitiva, segundo por
disponer un estado complejo en la transición al socialismo, con las
características que señala Abadi, la administración ineficiente de los
recursos, subsidios a empresas públicas
sin supervisión, escasez de mano de obra
calificada producto de instituciones educativas que no se esmeran en la
calidad, pero también una oposición destructiva que lejos de apoyar el
desarrollo, lo frena, diríase que no está interesada en el desarrollo público global y equitativo, un
desarrollo para todos y todas, por otra parte, tenemos también la situación del
papel del imperio de los EE.UU que nos quiere hacer retrogradar el socialismo
del siglo XXI, poner en riesgos los logros sociales de la revolución
bolivariana, para ello decretó a Venezuela como amenaza a los EE.UU., pero ¿Por qué amenaza Venezuela los EE.UU,
porque pretende éste frenar la revolución bolivariana?
De acuerdo con
Christian Medina Macero, veamos algunas
de las razones: “En lo Político, los acorrala la proliferación de la FE Popular Mundial existente sobre el
Modelo que muestra la viabilidad de un MUNDO de Justicia, Igualdad y Paz;
libre de Imperios y Mecanismos de Dominación. La Democracia Participativa cierra toda posibilidad de retorno de
la Democracia representativa en Venezuela, le transfiere el ejercicio directo
del PODER a la organización popular y la internalización colectiva de este
deber y derecho le hace asumir al pueblo el ROL HISTORICO decisivo para la
trasformación política, económica y cultural de la Patria”. “En lo Económico,
les cambia la acostumbrada cultura imperial de imponer sus reglas, recetas y
formas de negociación. La Transición al
Socialismo parte de la necesidad de desatar a partir de un pueblo
emancipado, todo su poder creador y productivo, de manera que rompa con la dependencia de la Importación
y consolide el desarrollo nacional”. En lo Cultural, perdieron la
posibilidad de manipular la Conciencia Colectiva, que lograban llevar a cabo
por medio de trabas capitalistas que limitaban el acceso al conocimiento
histórico acumulado por más de 500 años. La conciencia colectiva revolucionaria
sembrada desde las gestas del Libertador Simón Bolívar y redobladas por el
Gigante Inmortal Hugo Chávez, es la GRAN PESADILLA del Imperio en Decadencia”.
Estos factores liberan o frenan el desarrollo, el imperialismo de los EE.UU procura retrogradar el modelo de
desarrollo social socialista, “el plan de colonización de EEUU se pasea por
la Invasión Militar, como vía para buscar acabar con el corazón del Socialismo,
su Poder Popular”. En verdad parafraseando a Macero, el problema de EE.UU. no
es el petróleo, simplemente, aunque esta materia prima es codiciada por
representar la primera reserva mundial, el problema de este país es lo que
puede hacer la revolución bolivariana a nivel del país y continental por su
modelo, socialista y de cooperación que le restringe sus libertades imperiales
en Latinoamérica y el Caribe, esto es lo que pone en guardia al imperialismo de los EE.UU. (las negritas son mías).
Fuentes:
1.-Víctor Salmerón, ¿Qué pasaría si Venezuela no se
une a la tercera Revolución Industrial?, Prodavinci, 27 de marzo,
2015
2.-
Christian Medina Macero, “Para EEUU, el problema no es el petróleo es el
socialismo”, 28/03/2015, http://www.aporrea.org/imprime/a205248.html
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