Por: Edmundo Salazar |
Es de conocimiento público el desarrollo de una nueva Guerra del Petróleo, desde principios de este siglo y que ha tenido como actores fundamentales a los Estados Unidos y Rusia. Otros actores, aunque no directos, participan de una u otra manera en esta Guerra como son los aliados europeos de los Estados Unidos y la OPEP. En esta última, se ha notado que unos miembros han tenido posiciones de bajar la producción de petróleo en intentos de lograr aumentos de precios, como Venezuela y Ecuador y otros no solo han mantenido producción sino que la han incrementado, como son los casos de Arabia Saudita e Irak. Arabia Saudita como Rey de La Selva, en la OPEP, ha impuesto su posición de incrementar su producción, con impacto en la baja del precio del petróleo y no hay que abundar mucho sobre su corazoncito hacia los Estados Unidos. Si bien es cierto que el Petróleo en esa Guerra es el actor principal, esta ha estado complementada con sanciones económicas, financieras, etc. contra los países objetivos de la Guerra, particularmente, contra Rusia. Hoy, los documentos abundan, y a los hechos uno se puede remitir, de como Rusia ha sido atacada, país, cuya economía depende en grado importante de sus ingresos por exportación de petróleo, incluso ha sido sometida a ataques que bajo otras circunstancias y otros líderes hubiera sido causa de guerra. A Rusia la han intentado llevar a una guerra convencional de gran escala, quien sabe si, también a una guerra nuclear limitada, con situaciones como la de la guerra mercenaria contra Siria, guerra civil en Ucrania; el caso grave de la tumbada del avión militar ruso por parte de Turquía, la tumbada del avión ruso de pasajeros en Egipto, culpada de tumbar el avión de pasajeros malasio en Ucrania, retiro de socios en proyectos petroleros, limitación de préstamos de la banca mundial, fuga de capitales, sanciones económicas de todo tipo, etc. etc. A cada uno de estos aspectos se le pudiera hacer su análisis particular en los que se puede abundar en detalle. Como consecuencia de la mencionada Guerra se ha generado una sobreproducción del Petróleo y Gas de Lutita con el crecimiento excesivo de los inventarios y su impacto en la caída de los precios, tanto en el petróleo como en el gas, por más de dos años. Creemos que esa Guerra ha tenido un efecto bumerang para quien la originó y no nos extrañe el reventón final de la burbuja del Petróleo y Gas de Lutita.
Como Punta de Lanza de la Guerra del Petróleo los Estados Unidos desarrolló un Proyecto que tuvo como objetivo no solo satisfacer gran parte de su consumo de petróleo ultraliviano y gas a partir del "Petróleo y Gas de Lutita" sino que, también, intentó inundar el mercado mundial y, de esa manera, generar caos, principalmente, en los países productores y cambiar la geopolítica mundial. Para eso, la Banca apoyó, mayormente, a un gran grupo de pequeñas empresas petroleras con el otorgamiento de préstamos a intereses casi cero, lo que permitió elevar los niveles de producción de unos 5 millones de barriles por día hasta llegar a producir, hoy en día, un poco por encima de los 10 millones de barriles. Por supuesto, esta nueva producción, de cerca de los 5 millones de barriles por día, ha dislocado el mercado mundial de petróleo. Es sabido que los Estados Unidos era y todavía lo sigue siendo, en menor escala, el mayor importador de petróleo del mundo, pero con la nueva producción del Petróleo de Lutita ha impactado, mayormente, a exportadores de petróleo ultraliviano hacia Estados Unidos como Argelia, cuya exportación de petróleo llegó a casi cero. De manera que esta sobreproducción ha sido el alimentador de la crisis en los precios del petróleo que ha estado en desarrollo por los últimos 2 años.
Bueno es señalar que el Petróleo de Lutita que los Estados Unidos ha estado produciendo, por primera vez, en tan grandes cantidades, ha llegado no solo a reemplazar lo que se importaba de este tipo de petróleo sino que, ahora, está teniendo un sobrante que ha estado buscando la forma de como "deshacerse" de él. Ya se sabe que Canadá, bajo licencia especial compra parte de ese petróleo, con México sucede algo similar. Para facilitar la exportación adicional del Petróleo de Lutita se levantó la prohibición que se tenía de exportar petróleo, la cual estuvo vigente por más de 40 años. Producto de esta acción ya se inició la exportación a Europa y Asia de los primeros cargamentos de Petróleo de Lutita. Es de hacer notar que estas acciones, hasta ahora, no han sido suficientes para consumir la sobreproducción del Petróleo de Lutita y, por eso, el crecimiento tan alto de los inventarios.
Aún con las medidas anteriores, todavía, es mucha la cantidad que sobra del Petróleo de Lutita que ha obligado a los Estados Unidos a aumentar sus niveles de inventario lo que ha conllevado a la construcción de nueva infraestructura de almacenamiento. En relación al crecimiento de inventario el caso mas importante es el aumento de las Reservas Estratégicas de los Estados Unidos. Para el año 2014, el nivel de estas reservas, según la EIA, estaba en el orden de los 360 millones de barriles y en la actualidad está por encima de los 500 millones de barriles. Lo mismo está pasando con los depósitos de Cushing en Oklahoma, cuyos inventarios ya se aproximan a su capacidad real de unos 80 millones de barriles. Por supuesto, esto es tomado por los especuladores de La Bolsa como un caso de Sobreoferta y, por lo tanto, con un impacto en el precio, hacia la baja, de los petróleos de todo tipo. Cuando en realidad lo que está ocurriendo es una sobreoferta de un petróleo que ya ha saturado la capacidad de refinación de las refinerías de los Estados Unidos y que está sobrando y que, en este momento, nadie lo necesita. Pero lo mas importante es que los Estados Unidos no ha logrado y pareciera que no logrará su objetivo principal que era cambiar, a su favor, la situación política de Rusia, entre otras cosas, con la salida de Putin y Medviedev, presidente y primer Ministro de Rusia, respectivamente. Lo mismo podríamos decir de Irán y Venezuela, tampoco han podido cambiar a sus gobernantes.
Como en toda guerra, sobretodo si es prolongada, todas las partes sufren daño en mayor o menor medida. En Estados Unidos los medios especializados y expertos petroleros dan parte no solo de la quiebra de decenas de empresas que se anotaron en la explotación del Petróleo y Gas de Lutita, sino que, también, las empresas de servicios petroleros, también, han llevado lo suyo. Se reportan cientos de miles de puestos directos de trabajo perdidos. También, se ha visto, ya, la información de la pérdida, por parte de la Banca, de miles de millones de dólares de préstamos considerados irrecuperables. En el daño causado no se escapan las grandes empresas petroleras como ExxonMobil y Chevron, las cuales vieron reducidas sus ganancias, en el 2014, en mas del 50 %; así mismo el valor de sus acciones junto con empresas como Shell, ConocoPhillips y BP cayeron tanto como el 33 % en los primeros meses del 2015. Lo que ha sido mas relevante ha sido la pérdida de 590 millones de dólares, para fines del 2015, por Chevron, la primera vez que reporta pérdidas en los últimos 13 años.
Esto mismo también ha pasado, en diferentes proporciones en empresa rusas y otras empresas donde el estado no es el productor principal de petróleo. Por supuesto Venezuela, también, ha recibido los coletazos de esta Guerra; al punto que sus ingresos de divisas se han visto reducida en mas de un 90 % para el primer mes del 2016.
Ya se notan algunas acciones para terminar la Guerra del Petróleo. Por un lado, los Estados Unidos y Rusia bilateralmente, con presencia de las Naciones Unidas, han firmado un acuerdo de Cese al Fuego en la guerra mercenaria contra Siria, porque como dije antes, en el pulseo ninguno de los dos grandes, Rusia y Estados Unidos, ha ganado, pero el que ha perdido mas, es el pueblo Sirio. Por otro lado, Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos en esta Guerra, esta semana, hizo un llamado a los Estados Unidos (según RT) para que, también, se una a la decisión de Rusia, Arabia Saudita, Catar y Venezuela, de congelar su producción a los niveles que se tenían para enero de 2016. Estas acciones, indican que ya los mas importantes productores de petróleo del mundo y los que están involucrados en la Guerra, por ahora, ninguno ha logrado sus objetivos. El desarrollo de la Guerra ha llevado a darse cuenta , al Oso y a El Aguila, que están perdiendo demasiados recursos y que ya era tiempo de negociar. Aún así, lograron probar sus tácticas de guerra, los Estados Unidos, por su lado, con su apoyo a Turquía, Catar, Israel, etc, proveyéndolos con todo el apoyo de su tecnología militar que pudiera llevarlos al derrocamiento del Presidente de Siria, Bashar Al Assad; además de las sanciones que junto con la Unión Europea le han estado aplicando a Rusia. Con todo el poderío de la coalición no pudieron derrotar a Rusia. Por su parte, Rusia, protegiendo sus propios intereses en el área y apoyando a su aliado histórico como lo es Siria ha mantenido a raya a toda la coalición antisiria: por un lado, les demostró que tiene un armamento capaz de competir con los de occidente; probó su capacidad de lanzar misiles desde grandes distancias como fueron los que lanzó desde el Mar Caspio dando en el blanco en objetivos del estado islámico en Siria, algo inesperado en occidente; instaló un equipamiento antimisiles basados en las tecnologías de los S-300 y los S-400, los cuales hacen casi invulnerables al equipamiento militar y tropas rusas, en Siria; ha estado desplegando los aviones caza bombarderos Sukhoi 35, aviones de última generación con un éxito impresionante. Paralelamente, a la guerra, en el teatro de operaciones, se ha estado ejecutando la Guerra Diplomática entre Barack Obama (John Kerry) y Vladimir Putin (Sergei Lavrov), durante los últimos años, y, como en otras oportunidades, en otros escenarios, los dos grandes se han puesto de acuerdo en el cese al fuego en Siria a partir de este 27 de febrero; ojalá sea el fin del infierno que ha vivido el pueblo Sirio por casi 5 años, como consecuencia de esta Guerra del Petróleo.
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