La verdad sobre el precio de la gasolina
Recientemente el gobierno de Nicolás Maduro de vio en la necesidad de incrementar el precio de la gasolina, el cual no se aumentaba desde el gobierno de Caldera en los años Noventa, hace casi 20 años, un ridículo precio que no alcanzaba para cubrir los costos operacionales, que significa la producción, distribución hasta el llenado del tanque de los autos, en las estaciones de servicio.
Con el plan de conversión del combustible líquido al gaseoso del parque automotor, el Presidente Chávez, se la jugó. Siempre consideró que para la presente fecha ya estaríamos disfrutando de la producción de gas costa afuera proveniente del Proyecto Gasífero Mariscal Sucre, situado al Norte de la Península de Paria, al oriente del país, ya que este desarrollo constituye uno de los máximos soportes, donde se debería apoyar el desarrollo de Venezuela. Sucedieron diversas situaciones, que han devenido en un inminente retraso en esta trascendental obra, debido a múltiples factores incluido el incendio y hundimiento de la primera plataforma petrolera colocada en costa afuera en el oriente del país, sino también a otros factores, no tan evidentes, que incluyen a intereses nacionales y foráneos, que ven en ese desarrollo una amenaza para poder continuar disfrutando de los miles de millones de dólares que anualmente obtienen con la situación, tal como está en la actualidad, explotando un recurso de un alto valor comercial internacional, como lo es la gasolina automotriz. Siempre el Presidente Chávez consideró a este desarrollo, como la máxima palanca para alcanzar la energía suficiente, barata, necesaria para lograr la economía diversificada, de que tanto nos habló desde su primera campaña electoral. Para esta fecha en que estamos procediendo a aumentar el precio de la gasolina, ya deberíamos contar en todo el territorio nacional en todas las estaciones de servicio de dispensadores de gas y todos los conductores, que así lo decidan usar gas, en vez de combustible líquido, debido al ahorro que ello constituye, por la gran diferencia de precio que existe entre el combustible líquido y el gaseoso. Para lograr una mejor compresión de lo expuesto, debemos adentrarnos en el estudio de las condiciones geopolíticas, económicas y sociales que esta complejidad acarrea, veamos:
El proyecto gasífero costa afuera Mariscal Sucre está fundado sobre una de las mayores reservas de gas natural en el mundo, y colocan al país como el quinto país a nivel mundial y el primero en América. Además, en tierra firme, Venezuela cuenta con reservas asociadas a la producción petrolera cuyo costo es ínfimo puesto que hasta la fecha este producto se ha quemado en la boca de los mecheros, durante años.
Para comprender la magnitud de este proyecto gasífero, veamos los siguientes datos emanados de PDVSA, informe de gestión anual 2010:
- Construcción de 36 pozos costa afuera.
- Construcción de dos plataformas de perforación costa afuera.
- Instalación de los sistemas de producción submarina, línea de recolección y sistema de exportación.
- 563 Kms. De tuberías submarinas.
- Construcción del Complejo industrial Gran Mariscal de Ayacucho, en Güiria, Estado Sucre, que incluye plantas de adecuación y procesamiento de gas, (PAGMI)
- Miles de kilómetros de gas ductos para enlazarlo con la planta de Anaco, Jose , la petroquímica de Carabobo y el complejo Petroquímico Ana María Campos ubicado en la costa oriental del Lago de Maracaibo.
- Otras obras de infraestructura, plantas de generación eléctricas, muelles de llenado para exportación, todas ellas en Sucre.
El costo total de este proyecto es de 9735 millones de Dólares, el cual además del desarrollo social, económico y político que ocasionará en el Estado Sucre y Nueva Esparta, debe tener un impacto inminente en la economía nacional penetrando diversas áreas de la producción.
El tiempo estimado para su culminación era para 2016, sin embargo debido a los atrasos mencionados desconocemos para qué fecha se concluirá.
El impacto que tendrá en la economía nacional es inmenso y trataremos de resumirlo de la manera siguiente:
- En la actualidad PDVSA dirige 132.000 barriles diarios de Diesel, solamente para el consumo de las plantas que abastecen energía eléctrica a las industrias básicas de Guayana. Dicho producto puede ser sustituido por el gas proveniente del PAGMI, en Sucre. Sustituyendo el consumo de estas plantas de gasoil por gas y destinando el primero para la exportación, lo cual significa un ingreso adicional de 37,4 Millardos de Dólares, entre el 2010 y 2019, sin embargo cuando la producción del gas alcance su máximo nivel, la eficacia del sistema será superior, estimándose una cifra mayor a los 9.000 Millones de Dólares anuales los ingresos adicionales que obtendría la república solamente en este proceso productivo (tomando en cuenta que el precio internacional del diesel alcanza a los 160 Dólares por barril) . Por tratarse el diesel de un subproducto del petróleo de alto valor agregado, al colocar estos volúmenes en el mercado internacional estaremos comenzando a diversificar la economía.
- El uso del gas en el parque automotor (Reconversión a gas) en Venezuela. Consideramos que aquí se encuentra el meollo del asunto relacionado con el verdadero costo de la gasolina y el diesel (Combustibles líquidos) veamos:
El Presidente Chávez, le dio vital importancia al proyecto de la conversión en el parque automotor, llegando incluso ofrecer cambiar a los propietarios de los antiguos carros de alto consumo de combustible, llamados coloquialmente "Catanares", para la época en que todas las estaciones de servicio del país estuvieran provistas de dispensadores de gas, por modernos carros nuevos con bajo consumo de combustibles y más aún, a todos lo que aceptaran este cambio recibirían durante todo un año gas completamente gratis. La oposición le salió al paso inmediatamente a este proyecto, manifestando que se trataba de una política de corte populista, tendente a tener un efecto puramente electorero. Pero la verdad era otra, y es donde el genio de Chávez se pone de manifiesto de acuerdo a las siguientes consideraciones. En primer lugar el precio de la gasolina en Venezuela siempre fue irrisorio, por considerar la oligarquía nacional, que Venezuela siendo un gran productor de petróleo, lo menos que podía hacer era regalarla a los venezolanos, obviando el hecho que los ciudadanos de a pie, también son venezolanos y a ellos poco le importa el precio de la gasolina y no reciben ni una gota de ese vital líquido. Debemos dejar en claro que la gasolina muy poca incidencia tiene en el costo del transporte, tanto de pasajeros, como también el transporte de carga pesada y alimentos, los cuales usan para sus vehículos el diesel. La forma correcta, de enfocar la cuestión es lograr la conversión de la gasolina al gas en el parque automotor, de una manera tal, que el impacto social se redujera a su mínima expresión, pero no de manera impositiva, sino, que por conveniencia los propios conductores eligieran el uso del gas por decisión propia. Con esta política al tener los conductores la posibilidad de surtir sus bombonas de gas en todas las estaciones del país, el ahorro que obtendrían sería sustancial, sin embargo quedaban algunas opiniones que aducían la perdida de potencia de los motores, como un argumento para seguir prefiriendo a la gasolina, por lo que conveniente sería mantener a las dos posibilidades disponibles en las estaciones de servicio y dejar a los conductores, a su libre albedrío escoger cual combustible usar. Con esta explicación, ya es más fácil entender la oferta de Chávez, puesto que sumando el costo del vehículo nuevo, el consumo de gas durante un año, el total es inferior al consumo del viejo vehículo durante un año, de gasolina de 95 octanos a un costo de 0,0095 Bolívares,(PDVSA producía a pérdidas este combustible, 2,05 Bolívares por cada litro aproximadamente) y retirándolos de la circulación, usándolos para la producción de cabillas, que muy bien hubieran podido servir para la construcción de viviendas. Al final era una política de ganar-ganar, donde tanto los conductores como el Estado salían beneficiados. Aquellos conductores que decidieran seguir con la gasolina, podrían hacerlo, sin que por esa decisión el estado la tuviera que ofrecer a perdida, ya que muy bien podría cobrar por la misma el precio internacional en el mercado interno.
Al vender la gasolina en el mercado internacional, luego de la conversión al gas, el Estado Venezolano, obtendría ingresos adicionales de 9.000 Millones de Dólares aproximadamente, ya que nos ahorraríamos 150.000 Millones de barriles diarios de gasolina en el mercado interno y al venderla en el exterior se obtiene esa cifra durante un año.
Luego al colocar a la gasolina al precio internacional, es decir, Bolívares 80,00 por litro, en el mercado interno, tal como en la actualidad se está vendiendo en Colombia, terminaríamos de un solo golpe con el contrabando de extracción. Esta política significaría un ingreso adicional para el país de 9.000 Millones de Dólares adicionales anuales. Ahora si podemos entender que los que a primeras luces parecía una política populista de Chávez, resulta que en realidad constituye un impensable gran negocio para el Estado venezolano.
Nuevamente podemos afirmar que al colocar a la gasolina en el mercado internacional, estamos superando a la economía mono productiva que depende exclusivamente de la venta del crudo en los mercados internacionales, porque estamos colocando en esos sitios un producto con alto valor agregado.
Ahora podemos entender con mayor claridad, el por qué manifestamos, al principio de este trabajo investigativo, que el desarrollo del proyecto Mariscal Sucre, constituye el soporte donde debe sustentarse el desarrollo económico nacional. Hemos hablado en este informe de ingresos superiores a los 27000 Millones de Dólares anuales producto de la conversión del combustibles líquidos a gas, pero aún falta por detallar lo que significa el desarrollo de la industria petroquímica, fertilizantes, las cuales son industrias básicas, pero no podemos dejar de nombrar una manufacturera que por su dimensión e importancia tiene un enorme peso específico en la actualidad, nos referimos a las petrocasas, a las cuales Chávez fundamentó gran esperanza, pero que se encuentra rezagado por falta de materia, es decir el gas, el cual es la materia prima para todas las industrias nombradas.
Como si fuera poco lo expresado, la distribución de gas doméstico a nivel nacional constituye un aspecto que significa un ahorro enorme para el consumidor y para el Estado una nueva forma de ingresos. A nivel Internacional, Venezuela está en condiciones mediante gasoductos, ofrecer gas a los países latinoamericanos, en condiciones ventajosas.
Así es que con toda seguridad estaríamos empezando a superar definitivamente al rentismo petrolero dependiente, y sembraríamos las bases energéticas para lograr los fundamentos del trabajo productivo. Y la economía diversificada.
Ahora con la instauración y reimpulso de los 14 motores de la economía productiva, el gobierno nacional tiene la gran oportunidad de darle el impulso definitivo a este proyecto fundamental para el desarrollo del país.
El autor es: Master en Ciencia Política, Enfoque Sur Universidad de la Habana
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