Powered By Blogger

domingo, 31 de julio de 2016

¿Que separa a la revolución bolivariana chavista del Populismo, del Desarrollismo y el Neoliberalismo? Parte I Alexander Kordan Acosta R. 

                De acuerdo con el recorrido histórico del fracaso de los modelos de los regímenes políticos y los modelos económicos implementados en Venezuela desde los años 60 y 70 del siglo XX con el desarrollismo y el populismo, asimismo en los años 80 y 90 del mismo siglo, con el neoliberalismo, ¿Qué podemos aprender del pasado, comparándolo con la crisis actual de la revolución bolivariana, en su primera conmoción política petrolera?  ¿Qué podemos conocer, en qué aspectos coinciden la situación actual con la crisis de los anteriores modelos pasados y si en verdad, ella, la revolución chavista en que se separa del Proyecto Nacional, del Legado de Chávez, en medio de tanta confusión política e intereses políticos y económicos?.

En relación con el populismo y el desarrollismo, ¿En verdad la revolución bolivariana emprendió, la transformación estructural de la economía que permitieran superar el rentísmo petrolero mediante la industrialización?, allí están los ejemplos de la empresas de tecnología de punta, de producciones celulares, de satélites, tractores, autobuses, entre otros. Sin embargo, en forma general,  La industria nacional no sustituyó los bienes importados sobre todos de la industria agroalimentaria, de higiene y fármacos y menos aún si no pudo competir en el mercado internacional; vale decir;  ¿Si el aparato productivo no fue adecuadamente articulado a “la economía social”, mejor dicho,  si no se crearon valores y actitudes que impulsaran el desarrollo social y económico endógeno en el largo plazo de manera sostenible y sustentable?, Por otra parte; también debemos preguntarnos ¿Si el Estado, no fue capaz de “llevar” el desarrollo a las comunidades, si éstas no contaron con la suficiente autonomía, apoyo político y económico? ¿Hubo o no, una visión estratégica de largo plazo, de desarrollo sostenible y sustentable o si las comunidades continuaron al margen en la conducción del desarrollo?. ¿Qué separa a la revolución bolivariana de estos modelos del pasado en base a estas interrogantes?

Debemos analizar y comparar en relación con el neoliberalismo, ¿porque si se evidencia en esta crisis: la fuga de capital en medio del control de cambio, el porqué de la devaluación de la moneda, se ha experimentado paralización del gasto público, existe  o no desregulación de precios, empleo y salarios, ha disminuido los subsidios y aranceles, se sabe de la aplicación de políticas de ajustes, de shock social, además se ja comprobado o no la retirada del Estado frente a las empresas (el mercado),  ha quedo expreso, el restablecimiento de Venezuela como proveedor seguro de los Estados Unidos, se ha deteriorado la inversión social, han privatizado o no los servicios públicos, se ha dado, imitación de la producción en favor de las importaciones agroindustriales, se establecieron políticas de sobreproducción petrolera, ha quedado claro, la obediencia al imperialismo de los Estados Unidos en la implementación de políticas públicas?.  ¿Que separa a la revolución bolivariana chavista de este  modelo?.

Parte I

El Populismo y la revolución bolivariana y chavista

¿Qué podemos aprender del pasado, comparándolo con la crisis actual de la revolución bolivariana, en su primera conmoción política petrolera?  ¿Qué podemos conocer, en qué aspectos coinciden la situación actual con la crisis de los modelos pasados y si en verdad, ella, la revolución chavista se separa del Proyecto Nacional, del Legado de Chávez, en medio de tanta confusión política e intereses políticos y económicos que vincula a la revolución y el gobierno chavista de Maduro con el populismo, el desarrollismo y el neoliberalismo?.
Veamos las cadenas del pasado. Mario Sanoja Obediente e Iraida Vargas Arenas nos indica que  “A partir de las primeras décadas del siglo XX, el auge de la explotación del petróleo exacerbó los componentes culturales más negativos del modelo socioeconómico rentista liberal burgués en la sociedad venezolana, dando origen a lo que conocemos como la Cultura del Petróleo. Los estilos de vida de dicha cultura fomentaron y siguen fomentando en las y los venezolanos – -vía las campañas mediáticas y las industrias culturales- sentimientos de dependencia, auto desprecio y marginalidad, la disociación de las mentes y la transculturación que genera lealtades hacia el "American way of life".La cultura del petróleo crea tanto normas de ética social como una filosofía de vida cuyo objeto es adaptar la sociedad venezolana a una condición de productora y exportadora de materias primas, al consumismo exacerbado de todo tipo de mercancías, del confort que estas supuestamente producen, reforzado e institucionalizado por técnicas publicitarias que disocian a los venezolanos de su propia realidad, convirtiéndolos en sujetos dominados por las transnacionales o los monopolios venezolanos como es el caso hoy día con Empresas Polar” (1).

Las cadenas de la cultura del petróleo: El populismo

“La cultura del petróleo”, como la llamó en su tiempo Rodolfo Quintero, en relación a los los sentimientos de dependencia del exterior, el desprecio al trabajo interno, por el valor del trabajo, por la capacidad de producir, la desvinculación del hombre con su entorno, la desadaptación a su medio ambiente y social, la perdida de la condición de productora de los propios medios de vida, la dependencia mono productiva como dice Luis Britto García, “Una tradición de dependencia instaurada desde tiempos coloniales indujo a la región a dejar de producir para sus necesidades internas, para concentrarse preponderantemente en la exportación de unos cuantos bienes con poco valor agregado, o commodities” (2). Mejor dicho; “Desde la dominación colonial, latinoamericanos y caribeños han sido reducidos por sus oligarquías a vender una sola cosa a un solo pueblo: primero a España o Portugal, luego a Francia e Inglaterra, finalmente a Estados Unidos. Esta mecánica ha funcionado con el oro y la plata, luego con el azúcar, el café, el cacao, el ganado, el estaño, el cobre, el hierro, los hidrocarburos. La dominación de las oligarquías importadoras llevó a Venezuela durante un siglo a vender sólo petróleo a un solo grupo de pueblos: Estados Unidos y sus aliados europeos” (3).

Comencemos por mirar de cerca el contexto del populismo. "Con el golpe de Estado de 1945 y la llegada al poder de Acción Democrática, la visión capitalista sin desaparecer da paso a una visión de corte populista—paternalista y proteccionista—. Según el nuevo gobierno no podía dársele un destino productivo al ingreso petrolero si antes no se le garantizaba los mínimos niveles de vida a la población; en salud, alimentación, vivienda educación, empleo y salario. El gasto social era prioritario y en el fondo la única forma de asegurar a posteriori la eficiencia del gasto en inversión" (4). Dichas políticas se hicieron también eco desde 1958 en adelante, ocupando la década de los 60 y 70 del siglo XX, políticas tales como expansión del gasto público, formas de estímulos fiscales, formas crediticia de la banca pública, las compras del Estado, subsidios, entre otras de apoyo económico a la empresa privada estimulando a su vez el crecimiento económico, el modelo de acumulación del capital privado apoyándose en el rentísmo petrolero.
Ahora bien; ese modelo productivo requería de infraestructura, carreteras, medios de comunicación, de mano de obra calificada, democratización de la escuela, desde la primaria hasta la universidad, formando técnicos medios y superiores para la industria y el comercio, de fuerza de trabajo alimentada con niveles mínimos de calorías, de niveles adecuados de salud brindándole atención médicas en módulos de salud, hospitales en forma gratuita, además de acceso a viviendas populares, empleo y salario, todo esto dentro del marco del capitalismo de Estado para asegurar sin la inversión del capital privado en desarrollo social un destino más productivo para la empresa privada, para elevar fácilmente su tasa de acumulación de capital, las condiciones para el desarrollo capitalista privado a expensa de la renta petrolera.

De manera pues; El populismo creo, un cambio estructural del desarrollo económico y social, dependiente del rentísmo petrolero, creando avances en los servicios públicos, de salud, educación, vivienda, empleo, industrias, comercio, pese a todo ello, la expansión del gasto social colapsó, la sociedad no se hizo más independiente, más libre, más equitativa, más o menos homogénea, como es del conocimiento histórico, las clases gobernante fracasaron, (Adecos y copeyanos) primero con su Populismo de la década de los 50 y 60 así como parte de los 70 del siglo XX. Los problemas sociales no se resolvieron,  los problemas de la vivienda, el urbanismo, la infraestructura de los servicios públicos, educación, salud y empleo, persistieron, la siembra del petróleo no fue suficiente para atender las necesidades sociales acumuladas históricamente. Concretamente; “la gestión social tuvo un carácter meramente asistencialista y paternalista, estrategia del bipartidismo puntofijista dirigida a consolidar las redes clientelares y buscar apoyos electorales. Los recursos económicos otorgados por el Ejecutivo Nacional fracasaron al no cubrir gastos de operación ni ayuda técnica y financiera a las organizaciones comunitarias, centrando su esfuerzo en las estructuras burocráticas municipales que desviaron o dilapidaron los recursos” (5).  

Los problemas del desarrollo crecían, a la par una sociedad desigual, se polarizaba, unos vivían en el paraíso y otros en el infierno, la renta se distribuía de modo desigual, se estratificaba la sociedad, el desarrollo era desigual, se beneficiaban más a la burguesía con su modelo productivo que a los trabajadores, estos trabajaban y trabajaban, para siempre vivir en la pobreza social, los amparaba apenas la política asistencialista del Estado, de la cual se aprovechaban las clases en el poder para continuar ejerciendo la hegemonía, hasta que el Estado no soportó el gasto público, los recursos económicos mermaron con la crisis petroleras de los 70 del siglo XX, el despilfarro, la corrupción hicieron también lo suyo, colapsar el Populismo, las empresas no se quedaron atrás, saquearon también la botija petrolera, con créditos que no pagaron de las cuales se sirvieron, la gestión del Estado fracasó.

Más allá del populismo: Poder al pueblo

Viene la pregunta, ¿en que coincide esta crisis con la revolución bolivariana, que la diferencia del pasado, como se vincula en etapa con El Populismo, si en verdad se separa del proyecto nacional bolivariano, del chavismo?. Por todo es conocido la política de redistribución de la renta petrolera por Chávez, la recuperación de la población de los estragos del neoliberalismo, a donde la había llevado ese modelo económico y su régimen político, por lo que adoptó un destino social a la renta petrolera, más que un destino productivo, (a la empresa privada), gran parte del presupuesto nacional se orientó a saldar la deuda social, en salud, educación, vivienda, empleo, etc., garantizando niveles cada vez más superiores de vida, mayores índice de desarrollo humano, al parecer la política de eficiencia social del gasto, era el centro de la política de Chávez, al punto que se le comenzó a calificar de “Populismo radical”, populismo de izquierda, de sostener un clientelismo político mediante el gasto público.
Al respecto agregan Sanoja y Vargas que “La vía socialista adoptada por la Revolución Bolivariana, por el contrario, incidió profundamente en los procesos de inclusión de la población venezolana, saldando buena parte de la terrible deuda social que dejaron 200 años de vivir bajo el capitalismo liberal burgués, mejorando hasta niveles no conocidos anteriormente los índices de salud, educación, vivienda, tecnología y conciencia social. Esta estructura institucional creada por la Revolución, es la que ha permitido a la sociedad venezolana paliar hasta ahora el impacto de la crisis petrolera, los efectos perversos de la guerra económica, el desabastecimiento selectivo y la inflación inducida por el imperio y la burguesía venezolana. La vía socialista señalada por el Comandante Chávez, si bien ha logrado transformar las condiciones materiales y subjetivas de vida de nuestra población, debido a la baja productividad que persiste en la economía venezolana no ha logrado todavía independizarnos de los factores capitalistas de dominación económica, representados tanto por las transnacionales como por los monopolios y oligopolios venezolanos que dominan la importación de bienes y el ensamblaje de productos alimenticios, medicinas, autopartes, tecnología, conocimientos científicos y la producción de saberes” (6).

Ahora bien; ¿que separa la política populista de la revolución bolivariana?, no hay duda, que la revolución bolivariana “deja de ser asistencialista”,  pese a que le atribuye a través de las Misiones,  constitucionalmente hablando, le otorga poder al pueblo, derechos políticos de participación popular en los asuntos públicos, del bienestar social, en las Misiones, lo empodera de las mismas, para hacerse dueño del petróleo, soberano, vá soltando el Paternalismo de Estado, transfiriendo poder al pueblo, otorgando créditos a las cooperativas, a los fundos zamoranos, a los núcleos de desarrollo endógeno, económicamente procurando construir otro modelo productivo, de producción social, a romper con el clientelismo del Estado, hacer que el pueblo soberano fuese más libre, practicando el lema,  “solo el pueblo salva al pueblo”, a que el mismo se sirviese, asumiera la gestión social, económica y política de su desarrollo, estas políticas las estimuló el chavismo, como también continúa en manos de su sucesor, Nicolás Maduro mediante las Bases de Misiones y otras más recientemente.

El trabajo libre y cultura productiva: cuenta pendiente

Pero hay un punto álgido de la cuestión, el trabajo, el significado que tiene el trabajo para el socialismo, la importancia del trabajo libre, emancipado de la explotación social del capital, para ello fueron las empresas de producción social, la organización del pueblo trabajador en las comunidades, la ayuda del Estado a impulsar la economía social. Sin embargo no ha sido fácil, aunque se han transferido millones de bolívares, no ha sido eficiente el gasto en las inversiones productivas, muchas empresas desparecieron, dejaron de funcionar, se disolvieron, etc., es decir básicamente,  “No se crearon valores y actitudes que impulsaran el desarrollo social y económico en el largo plazo; Las organizaciones que supuestamente “llevarían” el desarrollo a las comunidades no contaron con la suficiente autonomía, apoyo político y definición de su rol, por lo cual se ejecutaron actividades sin visión estratégica de largo plazo, sin posibilidades de sostenibilidad” (Ídem).

Estamos hablando de que no se preparó en asumir la ética productiva, de la ética socialista, de un cambio de las relaciones sociales de producción, de la consciencia socialista del trabajo, de llevar plenamente el desarrollo por otros cauces distinto al capitalismo, con autonomía, independencia, desarrollo endógeno, articulado con el gobierno, definiendo sus papeles, ejecutando actividades de coordinación desde la producción, la distribución y el consumo, creando redes productivas y de consumo, con visión planificada del desarrollo, con posibilidades de sostener el desarrollo ecosocialista. El burocratismo evitó esa articulación, aunque las comunidades no se quedaron al margen del desarrollo, ellas participaron para finalmente, excluirse, muchas fracasaron, por carencia de formación sociopolítica, socioeconómica y gerencial. Con la disminución de las asignaciones a estos medios de producción social, disminuyeron sus capacidades y potenciales.
Con la crisis actual de la caída de los precios del petróleo, asimismo de las divisas, el gobierno bolivariano se ha replanteado un nuevo desafío, estimular el capital productivo, romper con la cultura rentista de petróleo,  por eso, “La política socioproductiva propuesta y puesta en ejecución por el Presidente Maduro, privilegiando el capital productivo sobre el comercial, combate la perversa tendencia histórica que se inició desde el siglo XVIII, la cual permitió que la burguesía parasitaria, en sus diferentes encarnaciones a lo largo de tres siglos y medio, se apoderase tanto de los recursos de Venezuela como de la vida de las y los venezolanos. La forma de capitalismo rentista venezolano es un caso digno de estudio, ya que se asemeja más a un capitalismo de Estado donde éste sería el patrón que paga el salario en dólares a los empresarios que son sus empleados, para que estos se enriquezcan y acumulen un capital que luego ni invierten ni arriesgan en el desarrollo de sus empresa en el país, desviando las ganancias no hacia la economía real venezolana sino hacia la especulativa… en los mercados offshore” (7).

Fuentes consultadas:
1.-Sanoja Obediente, Mario y Vargas Arenas, Iraida, “La crisis del capitalismo y el agotamiento del modelo rentista venezolano”, Aporrea, 05/07/2016 
2.- Britto García, Luis “Crisis y mono producción.
3.-Sanoja y Vargas, Ob. cit.
4.- Rodríguez Rojas, Pedro "A 80 años de una consigna… La imposibilidad de la siembra del petróleo", Aporrea, 14/07/2016.
5.- Gobierno en Línea Modelo de desarrollo en Venezuela” en (http://www.aporrea.org/imprime/a9668.html).
6.- Sanoja y Vargas, Ob. cit.

7.-Idem

No hay comentarios:

Publicar un comentario