¿Que separa a la revolución bolivariana
chavista del Populismo, del Desarrollismo y el Neoliberalismo? Parte I Alexander Kordan Acosta R.
De acuerdo con el recorrido
histórico del fracaso de los modelos de los regímenes políticos y los modelos
económicos implementados en Venezuela desde los años 60 y 70 del siglo XX con
el desarrollismo y el populismo, asimismo en los años 80 y 90 del mismo siglo, con
el neoliberalismo, ¿Qué podemos aprender del pasado, comparándolo con la crisis
actual de la revolución bolivariana, en su primera conmoción política
petrolera? ¿Qué podemos conocer, en qué
aspectos coinciden la situación actual con la crisis de los anteriores modelos
pasados y si en verdad, ella, la revolución chavista en que se separa del
Proyecto Nacional, del Legado de Chávez, en medio de tanta confusión política e
intereses políticos y económicos?.
En relación
con el populismo y el desarrollismo, ¿En verdad la revolución bolivariana
emprendió, la transformación estructural de la economía que permitieran superar
el rentísmo petrolero mediante la industrialización?, allí están los ejemplos
de la empresas de tecnología de punta, de producciones celulares, de satélites,
tractores, autobuses, entre otros. Sin embargo, en forma general, La industria nacional no sustituyó los bienes
importados sobre todos de la industria agroalimentaria, de higiene y fármacos y
menos aún si no pudo competir en el mercado internacional; vale decir; ¿Si el aparato productivo no fue
adecuadamente articulado a “la economía social”, mejor dicho, si no se crearon valores y actitudes que
impulsaran el desarrollo social y económico endógeno en el largo plazo de
manera sostenible y sustentable?, Por otra parte; también debemos preguntarnos ¿Si
el Estado, no fue capaz de “llevar” el desarrollo a las comunidades, si éstas no
contaron con la suficiente autonomía, apoyo político y económico? ¿Hubo o no,
una visión estratégica de largo plazo, de desarrollo sostenible y sustentable o
si las comunidades continuaron al margen en la conducción del desarrollo?. ¿Qué
separa a la revolución bolivariana de estos modelos del pasado en base a estas
interrogantes?
Debemos
analizar y comparar en relación con el neoliberalismo, ¿porque si se evidencia
en esta crisis: la fuga de capital en medio del control de cambio, el porqué de
la devaluación de la moneda, se ha experimentado paralización del gasto
público, existe o no desregulación de
precios, empleo y salarios, ha disminuido los subsidios y aranceles, se sabe de
la aplicación de políticas de ajustes, de shock social, además se ja comprobado
o no la retirada del Estado frente a las empresas (el mercado), ha quedo expreso, el restablecimiento de
Venezuela como proveedor seguro de los Estados Unidos, se ha deteriorado la
inversión social, han privatizado o no los servicios públicos, se ha dado, imitación
de la producción en favor de las importaciones agroindustriales, se
establecieron políticas de sobreproducción petrolera, ha quedado claro, la obediencia
al imperialismo de los Estados Unidos en la implementación de políticas
públicas?. ¿Que separa a la revolución bolivariana
chavista de este modelo?.
Parte I
El Populismo y la revolución bolivariana y
chavista
¿Qué podemos
aprender del pasado, comparándolo con la crisis actual de la revolución
bolivariana, en su primera conmoción política petrolera? ¿Qué podemos conocer, en qué aspectos
coinciden la situación actual con la crisis de los modelos pasados y si en
verdad, ella, la revolución chavista se separa del Proyecto Nacional, del
Legado de Chávez, en medio de tanta confusión política e intereses políticos y
económicos que vincula a la revolución y el gobierno chavista de Maduro con el
populismo, el desarrollismo y el neoliberalismo?.
Veamos las cadenas del pasado. Mario Sanoja
Obediente e Iraida Vargas Arenas nos indica que “A partir de las primeras décadas del siglo XX,
el auge de la explotación del petróleo exacerbó los componentes culturales más
negativos del modelo socioeconómico rentista liberal burgués en la sociedad
venezolana, dando origen a lo que conocemos como la Cultura del Petróleo. Los
estilos de vida de dicha cultura fomentaron y siguen fomentando en las y los
venezolanos – -vía las campañas mediáticas y las industrias culturales-
sentimientos de dependencia, auto desprecio y marginalidad, la disociación de
las mentes y la transculturación que genera lealtades hacia el "American
way of life".La cultura del petróleo crea tanto normas de ética social
como una filosofía de vida cuyo objeto es adaptar la sociedad venezolana a una
condición de productora y exportadora de materias primas, al consumismo
exacerbado de todo tipo de mercancías, del confort que estas supuestamente
producen, reforzado e institucionalizado por técnicas publicitarias que
disocian a los venezolanos de su propia realidad, convirtiéndolos en sujetos
dominados por las transnacionales o los monopolios venezolanos como es el caso
hoy día con Empresas Polar” (1).
Las cadenas
de la cultura del petróleo: El populismo
“La cultura del petróleo”, como la llamó en su tiempo Rodolfo
Quintero, en relación a los los sentimientos de dependencia del exterior, el
desprecio al trabajo interno, por el valor del trabajo, por la capacidad de
producir, la desvinculación del hombre con su entorno, la desadaptación a su
medio ambiente y social, la perdida de la condición de productora de los
propios medios de vida, la dependencia mono productiva como dice Luis Britto García,
“Una tradición de dependencia instaurada desde tiempos coloniales indujo
a la región a dejar de producir para sus necesidades internas, para
concentrarse preponderantemente en la exportación de unos cuantos bienes con
poco valor agregado, o commodities” (2). Mejor dicho; “Desde la dominación
colonial, latinoamericanos y caribeños han sido reducidos por sus oligarquías a
vender una sola cosa a un solo pueblo: primero a España o Portugal, luego a
Francia e Inglaterra, finalmente a Estados Unidos. Esta mecánica ha funcionado
con el oro y la plata, luego con el azúcar, el café, el cacao, el ganado, el
estaño, el cobre, el hierro, los hidrocarburos. La dominación de las
oligarquías importadoras llevó a Venezuela durante un siglo a vender sólo
petróleo a un solo grupo de pueblos: Estados Unidos y sus aliados europeos”
(3).
Comencemos por
mirar de cerca el contexto del populismo. "Con el golpe de Estado de 1945
y la llegada al poder de Acción Democrática, la visión capitalista sin
desaparecer da paso a una visión de corte populista—paternalista y
proteccionista—. Según el nuevo gobierno no podía dársele un destino productivo
al ingreso petrolero si antes no se le garantizaba los mínimos niveles de vida
a la población; en salud, alimentación, vivienda educación, empleo y salario.
El gasto social era prioritario y en el fondo la única forma de asegurar a
posteriori la eficiencia del gasto en inversión" (4). Dichas políticas se
hicieron también eco desde 1958 en adelante, ocupando la década de los 60 y 70
del siglo XX, políticas tales como expansión del gasto público, formas de
estímulos fiscales, formas crediticia de la banca pública, las compras del
Estado, subsidios, entre otras de apoyo económico a la empresa privada estimulando
a su vez el crecimiento económico, el modelo de acumulación del capital privado
apoyándose en el rentísmo petrolero.
Ahora bien;
ese modelo productivo requería de infraestructura, carreteras, medios de
comunicación, de mano de obra calificada, democratización de la escuela, desde
la primaria hasta la universidad, formando técnicos medios y superiores para la
industria y el comercio, de fuerza de trabajo alimentada con niveles mínimos de
calorías, de niveles adecuados de salud brindándole atención médicas en módulos
de salud, hospitales en forma gratuita, además de acceso a viviendas populares,
empleo y salario, todo esto dentro del marco del capitalismo de Estado para
asegurar sin la inversión del capital privado en desarrollo social un destino
más productivo para la empresa privada, para elevar fácilmente su tasa de
acumulación de capital, las condiciones para el desarrollo capitalista privado
a expensa de la renta petrolera.
De manera
pues; El populismo creo, un cambio estructural del desarrollo económico y
social, dependiente del rentísmo petrolero, creando avances en los servicios
públicos, de salud, educación, vivienda, empleo, industrias, comercio, pese a
todo ello, la expansión del gasto social colapsó, la sociedad no se hizo más
independiente, más libre, más equitativa, más o menos homogénea, como es del
conocimiento histórico, las clases gobernante fracasaron, (Adecos y copeyanos)
primero con su Populismo de la década de los 50 y 60 así como parte de los 70
del siglo XX. Los problemas sociales no se resolvieron, los problemas de la vivienda, el urbanismo,
la infraestructura de los servicios públicos, educación, salud y empleo,
persistieron, la siembra del petróleo no fue suficiente para atender las
necesidades sociales acumuladas históricamente. Concretamente; “la gestión
social tuvo un carácter meramente asistencialista y paternalista, estrategia
del bipartidismo puntofijista dirigida a consolidar las redes clientelares y
buscar apoyos electorales. Los recursos económicos otorgados por el Ejecutivo
Nacional fracasaron al no cubrir gastos de operación ni ayuda técnica y
financiera a las organizaciones comunitarias, centrando su esfuerzo en las
estructuras burocráticas municipales que desviaron o dilapidaron los recursos” (5).
Los problemas
del desarrollo crecían, a la par una sociedad desigual, se polarizaba, unos
vivían en el paraíso y otros en el infierno, la renta se distribuía de modo
desigual, se estratificaba la sociedad, el desarrollo era desigual, se
beneficiaban más a la burguesía con su modelo productivo que a los
trabajadores, estos trabajaban y trabajaban, para siempre vivir en la pobreza
social, los amparaba apenas la política asistencialista del Estado, de la cual
se aprovechaban las clases en el poder para continuar ejerciendo la hegemonía,
hasta que el Estado no soportó el gasto público, los recursos económicos
mermaron con la crisis petroleras de los 70 del siglo XX, el despilfarro, la
corrupción hicieron también lo suyo, colapsar el Populismo, las empresas no se
quedaron atrás, saquearon también la botija petrolera, con créditos que no pagaron
de las cuales se sirvieron, la gestión del Estado fracasó.
Más allá del populismo: Poder al pueblo
Viene la
pregunta, ¿en que coincide esta crisis con la revolución bolivariana, que la
diferencia del pasado, como se vincula en etapa con El Populismo, si en verdad
se separa del proyecto nacional bolivariano, del chavismo?. Por todo es
conocido la política de redistribución de la renta petrolera por Chávez, la
recuperación de la población de los estragos del neoliberalismo, a donde la
había llevado ese modelo económico y su régimen político, por lo que adoptó un
destino social a la renta petrolera, más que un destino productivo, (a la
empresa privada), gran parte del presupuesto nacional se orientó a saldar la
deuda social, en salud, educación, vivienda, empleo, etc., garantizando niveles
cada vez más superiores de vida, mayores índice de desarrollo humano, al
parecer la política de eficiencia social del gasto, era el centro de la
política de Chávez, al punto que se le comenzó a calificar de “Populismo
radical”, populismo de izquierda, de sostener un clientelismo político mediante
el gasto público.
Al respecto
agregan Sanoja y Vargas que “La vía socialista adoptada por la Revolución
Bolivariana, por el contrario, incidió profundamente en los procesos de
inclusión de la población venezolana, saldando buena parte de la terrible deuda
social que dejaron 200 años de vivir bajo el capitalismo liberal burgués,
mejorando hasta niveles no conocidos anteriormente los índices de salud,
educación, vivienda, tecnología y conciencia social. Esta estructura
institucional creada por la Revolución, es la que ha permitido a la sociedad
venezolana paliar hasta ahora el impacto de la crisis petrolera, los efectos
perversos de la guerra económica, el desabastecimiento selectivo y la inflación
inducida por el imperio y la burguesía venezolana. La vía socialista señalada
por el Comandante Chávez, si bien ha logrado transformar las condiciones
materiales y subjetivas de vida de nuestra población, debido a la baja
productividad que persiste en la economía venezolana no ha logrado todavía
independizarnos de los factores capitalistas de dominación económica,
representados tanto por las transnacionales como por los monopolios y
oligopolios venezolanos que dominan la importación de bienes y el ensamblaje de
productos alimenticios, medicinas, autopartes, tecnología, conocimientos
científicos y la producción de saberes” (6).
Ahora bien;
¿que separa la política populista de la revolución bolivariana?, no hay duda,
que la revolución bolivariana “deja de ser asistencialista”, pese a que le atribuye a través de las
Misiones, constitucionalmente hablando,
le otorga poder al pueblo, derechos políticos de participación popular en los
asuntos públicos, del bienestar social, en las Misiones, lo empodera de las
mismas, para hacerse dueño del petróleo, soberano, vá soltando el Paternalismo
de Estado, transfiriendo poder al pueblo, otorgando créditos a las
cooperativas, a los fundos zamoranos, a los núcleos de desarrollo endógeno,
económicamente procurando construir otro modelo productivo, de producción
social, a romper con el clientelismo del Estado, hacer que el pueblo soberano
fuese más libre, practicando el lema,
“solo el pueblo salva al pueblo”, a que el mismo se sirviese, asumiera
la gestión social, económica y política de su desarrollo, estas políticas las
estimuló el chavismo, como también continúa en manos de su sucesor, Nicolás
Maduro mediante las Bases de Misiones y otras más recientemente.
El trabajo libre y cultura productiva:
cuenta pendiente
Pero hay un
punto álgido de la cuestión, el trabajo, el significado que tiene el trabajo
para el socialismo, la importancia del trabajo libre, emancipado de la
explotación social del capital, para ello fueron las empresas de producción
social, la organización del pueblo trabajador en las comunidades, la ayuda del
Estado a impulsar la economía social. Sin embargo no ha sido fácil, aunque se
han transferido millones de bolívares, no ha sido eficiente el gasto en las
inversiones productivas, muchas empresas desparecieron, dejaron de funcionar,
se disolvieron, etc., es decir básicamente,
“No se crearon valores y actitudes que impulsaran el desarrollo social y
económico en el largo plazo; Las organizaciones que supuestamente “llevarían”
el desarrollo a las comunidades no contaron con la suficiente autonomía, apoyo
político y definición de su rol, por lo cual se ejecutaron actividades sin visión
estratégica de largo plazo, sin posibilidades de sostenibilidad” (Ídem).
Estamos
hablando de que no se preparó en asumir la ética productiva, de la ética
socialista, de un cambio de las relaciones sociales de producción, de la
consciencia socialista del trabajo, de llevar plenamente el desarrollo por
otros cauces distinto al capitalismo, con autonomía, independencia, desarrollo
endógeno, articulado con el gobierno, definiendo sus papeles, ejecutando
actividades de coordinación desde la producción, la distribución y el consumo,
creando redes productivas y de consumo, con visión planificada del desarrollo,
con posibilidades de sostener el desarrollo ecosocialista. El burocratismo
evitó esa articulación, aunque las comunidades no se quedaron al margen del
desarrollo, ellas participaron para finalmente, excluirse, muchas fracasaron,
por carencia de formación sociopolítica, socioeconómica y gerencial. Con la
disminución de las asignaciones a estos medios de producción social,
disminuyeron sus capacidades y potenciales.
Con la crisis
actual de la caída de los precios del petróleo, asimismo de las divisas, el
gobierno bolivariano se ha replanteado un nuevo desafío, estimular el capital
productivo, romper con la cultura rentista de petróleo, por eso, “La política socioproductiva
propuesta y puesta en ejecución por el Presidente Maduro, privilegiando el
capital productivo sobre el comercial, combate la perversa tendencia histórica
que se inició desde el siglo XVIII, la cual permitió que la burguesía
parasitaria, en sus diferentes encarnaciones a lo largo de tres siglos y medio,
se apoderase tanto de los recursos de Venezuela como de la vida de las y los
venezolanos.
La forma de capitalismo rentista venezolano es
un caso digno de estudio, ya que se asemeja más a un capitalismo de Estado
donde éste sería el patrón que paga el salario en dólares a los empresarios que
son sus empleados, para que estos se enriquezcan y acumulen un capital que
luego ni invierten ni arriesgan en el desarrollo de sus empresa en el país,
desviando las ganancias no hacia la economía real venezolana sino hacia la
especulativa… en los mercados offshore” (7).
Fuentes consultadas:
1.-Sanoja Obediente, Mario y Vargas Arenas, Iraida, “La
crisis del capitalismo y el agotamiento del modelo rentista venezolano”,
Aporrea, 05/07/2016
2.- Britto García, Luis “Crisis y mono producción.
3.-Sanoja y Vargas, Ob. cit.
4.- Rodríguez Rojas, Pedro
"A 80 años de una consigna… La imposibilidad de la siembra del
petróleo", Aporrea, 14/07/2016.
5.- Gobierno
en Línea Modelo de desarrollo en Venezuela” en (http://www.aporrea.org/imprime/a9668.html).
6.- Sanoja y Vargas, Ob. cit.
7.-Idem
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