LAS MARAÑAS
OCULTAS DEL PLAN TURBULENTO Y LAS
PROPUESTAS DE MENDOZA
Alexánder Kórdan Acosta R. Kordánkovki@gmail.com
El 28 de febrero del 2014 dirigiéndose a “la Comisión
de la verdad”, el empresario capitalista
Lorenzo Mendoza represente de la Industria Polar, sugiriendo al gobierno de
Nicolás Maduro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el
apostolado privado de 12 Medidas como propuestas, http://www.elmundo.com.ve/noticias/negocios/empresas/las-12-propuestas-de-lorenzo-mendoza-para-la--comi.aspx#ixzz3SIxN2Dl3 ahora coincidencialmente, el 11 de febrero del año 2015 en curso, salió
a luz pública un Programa de Gobierno --en ausencia de una jornada electoral--, en preludio de un de golpe de
Estado contra El Presidente Nicolás Maduro, (http://www.noticierodigital.com/category/destacado/
Noticiero Digital, 19 feb 2015), el documento
señala: “El pueblo de Venezuela vive una de las circunstancias más difíciles de
su historia, a la que ha sido llevado por un régimen que en los últimos
dieciséis años aplicó un modelo fracasado…” obviando los progresos en materia
social, dejando de lado lo alcanzado por las misiones socialistas, hace ver que
el pueblo vive las “circunstancias más difíciles de su historia”, claro no lo
dudo luego de la muerte del Líder de la revolución bolivariana, del vacío que
dejó el comandante Hugo Chávez Frías, la arremetida de la oposición no se hizo
esperar, reeditaron la Guarimba, en su segunda versión con el ingrediente
golpista de “la salida de Maduro”. ¿Por qué? Disienten del régimen político y
económico de orientación socialista, lo ven como fracaso, el modelo de la
revolución bolivariana de corte social aun teniendo evidencias de los grandes
progresos de todos y todas así como el bienestar nacional se resisten
aceptarlo, a ver en riesgos sus privilegios e intereses económicos colocados
por encima del interés nacional público.
Pero las elites
políticas opositoras ven en su espejo retrovisor, el que han “ejercido de
manera impune la antidemocracia” en el pasado, ellos viene desestabilizando de
manera continua al país, encubriéndose en una “lucha legal” viene cometiendo
atropellos y desmanes en sus acciones políticas, la oposición eso si quiere,
tomar “por asalto al Estado”, ahora con el golpe tucanero, ayer sus golpe
petroleros, golpe de Estado a Chávez, guarimbas I y II, y el golpe continuado
de la Guerra Económica y que acusa al gobierno de generar crisis económica,
emergencia nacional, cuando son ellos los verdaderos responsables, los
causantes de violentar “todo ámbito de la sociedad, devastando la economía y
dañando gravemente las bases de la estabilidad y la paz”, de esto se trata su
política de caotizar la sociedad, de
desatar las acciones callejeras para provocar represión, declarar al Estado
forajido, represor de los derechos humanos al gobierno, hasta llevarlo con
grupos violentos a una situación de ingobernabilidad.
La estrategia
opositora es tensar la sociedad de manera continua, desgastar al gobierno,
sabotear las instituciones públicas, declararlas ineficientes, propiciar la
corrupción de los funcionarios públicos, generar la ruina moral, obligarlo a
declarar una “emergencia nacional”
propiciar una tormenta social, además, de allí que la AGENDA POLÍTICA DEL PLAN DE TRANSICIÓN diga: restituir unas libertades conculcadas, una
soberanía y el Estado de derecho”, cosas que no son ciertas, no hay nada que
“restituir”, existe “libertad de expresión, a informarse sobre la gestión del
Estado”, soberanía popular, aparte de amplias libertades de los ciudadanos
amparada por el Estado de Derecho. No sé qué en verdad pretende restablecer, si
en el país existe una plena vigencia de las instituciones democráticas solo que
los poderes públicos no pueden la liberación de políticos presos debido a
delitos graves contra el orden legal, sería impunidad del régimen político de
proceder por tanto representaría un irrespeto a los órganos de los poderes
públicos que pretenden debilitar en beneficio de “la descentralización
regional”. Un asunto que llama la atención en su Plan de Transición, es que
busca establecer los Poderes Regionales,
las gobernaciones y las alcaldías por
encima del poder comunal, lejos de rehabilitar significa desmembrar el país,
balcanizar el territorio de Venezuela.
De igual
forma; dentro del plan, el pluralismo, centralizar los poderes en cada región
como un poder independiente, una “federación” al estilo de los EE.UU, donde los Estados tengan su autonomía frente
al Estado nacional, des esta manera no sé qué “soberanía nacional” pretenden
rehabilitar. El régimen que pretende imponer la oposición se basa en la autonomía de “los poderes regionales”,
por encima del Estado Nacional, desmembrar las instituciones públicas,
“rehabilitar la pluralidad política” la
democracia liberal, la democracia
representativa, y desvirtuar la soberanía del Estado nacional al debilitar sus
poderes públicos institucionales. Otras de las contradicciones del Programa de
Transición es que pretende “abrir un proceso de despolarización política” si
fuera así, “En que queda el pluralismo
político que proponen?, la despolarización implica eliminar los polos en lucha
política, o en su defecto neutralizarlos, para ello proponen la reconciliación
de clases sociales, despolitizando además a las Fuerzas Armadas Nacional, del
partido de la Patria.
Ahora
veamos sus planes económicos, el PLAN
ECONÓMICO DE TRANSICIÓN asociado por supuesto a los elementos que propone
Lorenzo Mendoza, su objetivo es estabilizar la economías que ellos han
desestabilizado mediante el acaparamiento, la especulación y la escasez, (la
guerra económica), por eso se plantean: “recuperar
la capacidad productiva” (capacidad ociosa inducida por la guerra de los
empresarios, de allí señalen “elevar la producción” que ellos han tumbado, se proponen revisar e ilegitimar “los acuerdos de la industria
petrolera en el marco de Petrocaribe”, declararlos “lesivos al interés
nacional” para suspender la cooperación energética con los países caribeños y
centroamericanos. Se plantea en este mismo orden de la industria petrolera, remover
la directiva de PDVSA, “designar una
nueva directiva” congraciada con los intereses privados, anular la política
social de PDVSA en el apoyo a las misiones, y reducir a PDVSA estrictamente a
su papel económico, eliminando su responsabilidad social.
De la misma manera; el Plan de
transición se propone, acudir a los préstamos externos del FMI, “insertar a Venezuela en los circuitos
financieros internacional” de la banca mundial hegemonizada por los EE.UU,
y obtener de ellos los apoyos económicos para superar las dificultades de corto
plazo”, vale decir de préstamos para someter al Estado y su industria petrolera
al dogal de la deuda, reconociéndose la deuda privada, asumiéndola el gobierno,
acrecentando una nueva espiral de endeudamiento externo, desmontar la
independencia financiera alcanzada con Chávez para superar la dificultades a
que nos ha sometido los EE.UU con su guerra a los precios del petróleo y a los
países petroleros productores. (Comparémoslo con las propuestas de Mendoza: 6. Honrar la deuda en divisas
que tiene el Estado para que el sector productivo pueda pagarle a los
proveedores internacionales y reactivar las líneas de crédito, no sólo para
sostener la producción sino además aumentarla).
Asimismo; la Agenda oculta del
Plan de transición tiene que ver con préstamos externos para incentivar la
industria, las dificultades de importación, supuestamente para “estabilizar la economía y elevar el
ingreso familiar” mediante la confianza de préstamos financieros
internacionales reconocidos por el Estado, al precio del endeudamiento externo
como bien dicen, “obtener los apoyos económicos necesarios” luego de haber
expuesto al país a la guerra económica, a la ruina del gobierno, al
desmoronamientos social del pueblo, a la destrucción de su economía como decía
Capriles Radonski, a la situación de “una economía de guerra”, con claras
luces, lo demuestra el proceso inflacionario, la devaluación forzosa a que
obligó el dólar sucio (dólar today). (Comparémoslo con las propuestas de
Mendoza, 5. Asegurar
un sistema de acceso a las divisas dinámico, transparente y eficiente
que impida la interrupción de la producción)
Del mismo modo; dentro de la
agenda negra, la agenda oculta de la oposición y su plan de transición se develan
“desacelerar el proceso inflacionario” ¿cómo lo harían?, desinflando el dólar
today, el dólar negro, el dólar paralelo creado --para sabotear la economía,
que promueven para desincentivar la producción y el consumo, para deprimir la
capacidad de compra, para generar los desequilibrios macroeconómicos--,
contrarrestar una política del bienestar social, desmontar el progreso social
logrado por la revolución bolivariana como lo prueban sus indicadores de
vivienda, salud, educación, deporte, empleo y salario. Por eso su Plan se
propone desmontar la guerra económica, “desacelerar
el proceso inflacionario” mediante las inversiones privadas, acompañadas de
préstamos financieros internacionales, aparte de designar “nuevas
autoridades de los entes económicos del Estado,
restablecer la autonomía del BCV”, independizar del gobierno y el Estado, el Banco
Central de Venezuela, privatizarlo, ponerlo al servicio de la clase privada,
los capitalistas para sus fines financieros, subordinar a estos, todos el
sistema de la banca pública, haciéndola eficiente y transparente para la empresa
privada. (Comparémoslo con la propuesta de Mendoza, 1.-Incrementar la producción nacional
para combatir la escasez y las colas. El sector privado debe recibir los
insumos y las materias primas en forma oportuna y suficiente. El Estado debe
garantizar y crear las condiciones para que esto sea posible).
Siguiendo
con su política de desmantelar el Estado
(Programa neoliberal) y desarticular el gobierno, se propone la oposición
venezolana, “desmontar la maraña de los
controles” públicos, cambiar jurídicamente al Estado (reconstruir las bases jurídicas y económicas necesarias para atraer
inversiones…” en circunstancias que los empresarios piden libertad de
acción frente a las regulaciones del gobierno. En verdad el programa económico
de transición es un programa de incentivar el crecimiento económico privado, no
podría ser estable a futuro por cuanto que debilidad se halla en el
endeudamiento externo, la dependencia externa, en el desmontaje de los
instrumentos de la guerra económica externa e interna para “atraer inversiones productivas” que
nada garantizan “un crecimiento estable a futuro” sobre todo basado en la desregulaciones del Estado en desmedro de los derechos y
garantías sociales y económicas de los ciudadanos y ciudadanas por favorecer
una clase empresarial, desconociendo y negando las inversiones productivas del
gobierno.
Dentro de esta perspectiva
del desmontaje de la “maraña de los controles” pretenden un revanchismo
económico, sobre todo con las empresas expropiadas por el gobierno chavista por
razones de interés públicos, dicen: “justa
reparación de los daños a que hubiere lugar por expropiaciones arbitrarias;
revisar el estado real de todas las empresas no petroleras que acabaron en
manos estatales por la voracidad del régimen y decidir las formas de propiedad
y gestión que ellas deban asumir para asegurar su recuperación productiva. En
este punto cabe dar inicio como ellos proponen de un proceso reprivatización en
particular de empresas expropiadas tales como Lácteos Los Andes, Diana, y
otras. De lo que se trata es de minimizar la participación del Estado y el
gobierno a funciones represivas del orden, extendiendo libertades económicas. (Comparémoslo
con las propuestas de Mendoza, 7. Combatir la inflación y la escasez,
consecuencia de una intervención del Estado que se ha traducido en
congelamientos de precios por tiempos prolongados que han desestimulado la
producción nacional. Es urgente un sistema
de formación de precios que estimule la producción, para que las familias
venezolanas tengan abastecimiento total y a los mejores precios de las marcas
que prefieran, como ocurre en Brasil, China y en la gran mayoría de los países).
Ya sabemos que el
programa de transición se basa en el papel de la empresa privada, desplazando
el sector público, por lo que ellos e proponen desmontar la guerra económica,
desarmar a los agentes privados económicos involucrados en dicha agresiones a
los ciudadanos (as), para imponer su AGENDA
SOCIAL: “Restablecer a cortísimo plazo el abastecimiento normal de
alimentos y otros bienes de consumo esencial de las familias y los suministros
de repuestos e insumos que impiden la operación de las cadenas de
distribución”. De igual modo; dentro de su agenda social oculta pretenden
deponer los saboteos (guarimberos) mediante
las correcciones a “las fallas de los servicios públicos fundamentales
en todo el país, con especial prioridad en los de electricidad, agua,
saneamiento, gas doméstico y transporte público; así como Garantizar que sean
cubiertas las necesidades de salud de todo el pueblo de Venezuela, atendiendo
las fallas y deformaciones existentes en la gestión de la salud pública y los
sistemas hospitalarios; resolver el desabastecimiento actual de medicinas,
insumos y equipos médicos y suplir los déficits de personal de salud de
distintos niveles; y elevar el papel
represivo del Estado: “Enfrentar como
prioridad de Estado la emergencia de seguridad ciudadana, desmantelar las redes
criminales que proliferaron gracias a la impunidad y a la complicidad del
régimen actual y abordar de manera integral el problema en sus facetas de
prevención, acción policial, administración de justicia para eliminar la
impunidad y elevación de la eficacia del sistema penitenciario”.
Creemos
en verdad que estas recomendaciones son sinceras, quedan pendientes dentro de
las recomendaciones de Mendoza al gobierno no ya como Agenda Oculta sino Agenda
Abierta y viables: “Sustituir importaciones públicas y privadas para hacer realidad
el "Hecho en Venezuela" y favorecer el ahorro de las divisas del
país, Crear las condiciones para que los productos hechos en Venezuela sean
competitivos con el objetivo de estimular las exportaciones no tradicionales y
permitirle así al resto del mundo valorar y disfrutar de la calidad de lo
"Hecho en Venezuela"; Revisar
la situación real de las empresas estatales y sus niveles de producción;
Evaluar medidas y acciones que involucren al Estado y al sector privado en
la atención de los grupos vulnerables en materia de seguridad alimentaria;
Necesitamos un ambiente laboral productivo que permita generar nuevos
empleos y recompensar a quienes hacen bien su trabajo; Garantizar los derechos
de propiedad de todos los venezolanos para que quienes inviertan en Venezuela puedan
hacerlo con confianza. No me queda
otro asunto que decir que la oposición en los últimos dieciséis años se ha
venido oponiendo al gobierno por métodos legales e ilegales, no ha logrado sino
impunidad, es tiempo que escarmiente, que expié su conducta antidemocrática, su
ineficiencia política, sus daños materiales a la nación y sus crímenes, el
desastre y caos que pretende crear en el país, solo por imponer un proyecto
político que desde hace tiempo, ya los venezolanos (as) eligieron, el proyecto
socialista, que no hay propuesta alguna de cambio de rumbo al chavismo, el
silencio tácito del pueblo lo aprueba con sus votos, que condena la violencia,
las guarimbas y los golpes, el irrespeto a las instituciones públicas, a los
fundamentos de la paz y tranquilidad social.
El pueblo eligió, el proyecto chavista, del socialismo bolivariano, desde
hace ya dieciséis años, no quiere otro rumbo, solo que el modelo se profundice,
en paz sin tensiones políticas, sin desbordar los cauces de paz, con esperanza,
sin retroceso a los tiempos de la economía neoliberal, de las políticas de
regresión social, de crisis social, de gobiernos deslegitimados CUARTO
REPUBLICANOS, el pueblo venezolano no quiere transición a la regresión
capitalista, quiere continuidad su rumbo electoral, ya lo decidió, no quiere
optar por lo desconocido como dice el programa de transición: “asegurar la
estabilidad política en su paso por un proceso que experimentará riesgos,
turbulencias y acechanzas de diverso orden”, por eso la oposición no propone sino más violencia, turbulencias y
riesgos que el pueblo venezolano no está dispuesto asumir, “las precariedad y tensiones” a lo que
lo somete la oposición dirigidos por María Corina Machado, Antonio Ledezma y
Leopoldo López en su programa incierto del futuro, el programa de la muerte de la Patria. No pasarán, el pueblo los
descubrió.
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