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sábado, 5 de marzo de 2016

La Geoeconomía imperialista contra La nueva geometría del poder venezolano


Por: Carmen Fiorella Carballo | Aporrea, 03/03/2016

La Geoeconomía imperialista contra La nueva geometría del poder venezolano Por: Carmen Fiorella Carballo | Aporrea, Jueves, 03/03/2016 08:01 AM | Versión para imprimir Las expansiones territoriales de Rusia hacia el oeste europeo y de Estados Unidos hacia el oeste en el siglo XIX tuvieron gran repercusión en el estudio de la geografía. Friederich Ratzel- citado por Mateo y Sousa-, geógrafo alemán bajo la perspectiva del determinismo geográfico y el naturalismo, se inspira en estos eventos para publicar su ensayo: Leyes del crecimiento espacial de los estados; y más adelante llega a aseverar en su obra Geografía política, que “los factores geográficos son decisivos en el desarrollo de las naciones” en el mismo texto, el autor señala que lo más importante para una nación es el Lebensraum, o sea, espacio vital de cada país: “cada nación debe tener recursos suficientes para cubrir requerimientos nacionales de materias primas y alimentos”[1].

 Posterior a Ratzel, su seguidor sueco Rudolf Kjellen con la misma influencia naturalista pero moviéndose en el campo político publica: El Estado como ser vivo que nace, crece y muere; esta publicación toma protagonismo en Alemania a principios del siglo XX y en el propone nuevos vocablos en el aspecto político ligados a la geografía; geopolitik, demopolitik, sociopolitik, ekonomo politik y la kratopolitik[2]. Estos dos autores son bases en el estudio de la geopolítica del general del estado mayor alemán Karl Haushofer, quien finalmente hace una definición sobre esta ciencia, afirmando que “es la ciencia que trata de la dependencia de los hechos políticos frente a los factores geográficos”.

Más adelante Hauschofer advierte que “la lucha por el espacio vital de un estado, entra en conflicto con los espacios vitales de los estados circundantes, lo cual conduce a la guerra, a la geopolítica de guerra, a la geoestrategia”. Sin embargo, Haushofer y algunos de sus seguidores alemanes distinguen algunas ramas de la geopolítica, entre ellas la geoeconomía que no es más que “la posibilidad de transformar los espacios económicos a fines de un espacio económico integrado, en un gran espacio económico vital”[3] Podemos deducir entonces que la geoeconomía es la rama de la geopolítica que utiliza la economía como medio para lograr conquistar espacios vitales que posean suficientes recursos para cubrir requerimientos nacionales de materias primas y alimentos y de esta manera crear un gran espacio económico vital. Abundando en el tema, Orella Unzué afirma que: “la geohistoria estudia la realidad espacial o espacio geohistórico como un producto social, dado por la interrelación poblamiento- actividad económica en el territorio en condiciones históricas determinadas” [4].

 La geoconomía empieza a vislumbrarse en el siglo XIX con la Unión aduanera entre estados de la confederación alemana Zollverein, tal acuerdo pretendía impulsar el desarrollo y el comercio lo más rápido y lo más extensamente posible y a su vez permitió que los empresarios de clase media tuvieran mayor fuerza[5]. Este acuerdo fue quizá el primer paso firme que posteriormente da origen al nacimiento del imperio alemán, pues no es coincidencia que el imperio estuviese compuesto por los mismos territorios afiliados al zollverein.

 A partir de 1950 comienzan a surgir otras muestras de orden geoeconómico global como la creación de un mercado común entre Francia- Alemania dedicado a la actividad siderúrgica, hecho que origina la constitución de la Comunidad Económica del Carbón y el Acero (CECA) con participación además de Francia, Alemania, Italia y los estados del Benelex ( Bélgica, Holanda y Luxemburgo). Este primer bloque empieza a ser un modelo global y surgen en Europa la Comunidad Económica Europea (CEE) y el Espacio Económico Europeo (EEE) Unión Europea (UE),

En América Tratados de Managua y Montevideo, Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALCA), así como Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Propuestas alternativas han surgido en pleno siglo XXI y el mayor liderazgo lo ocupa Venezuela en Latinoamérica desde la geoestrategia bolivariana planteada por Hugo Chávez: “Promover la integración latinoamericana y caribeña, con especial énfasis en MERCOSUR y el desarrollo del ALBA y promover la integración Sur –Sur; impulsar alianzas estratégicas a nivel global, especialmente con China, Rusia, Irán, España, dirigidas a la construcción de un mundo pluripolar.

Es un mandato constitucional promover la cooperación pacífica entre las naciones y consolidar la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos”[6]. CELAC Y UNASUR representan una piedra de tranca para las incisivas propuestas neoliberales que hoy impulsa el imperio. Bloques geoeconómicos también han surgido en este siglo naciente, el poderoso grupo de los BRICS, como lo llama la revista Desafíos para política exterior Europea de 2012, una Europa Geoeconómica;[7] representa un dolor de cabeza para el mercado europeo y estadounidense; el éxito económico de Latinoamérica según esta revista se basa en los nuevos socios y la desconexión de Europa, Asia convertido en el segundo socio comercial de la región, la Ronda de Doha de la OMC no logró el acceso tradicional a los mercados agrícolas y existe un aumento de peso económico en Latinoamérica debido a la gran cantidad de recursos naturales, tales como el 13% de las reservas mundiales de petróleo.

 La lucha por la autodeterminación, no se hace solo a nivel internacional, es también intrínseca en el territorio latinoamericano. Venezuela a través de la nueva geometría del poder intenta fomentar un nuevo orden territorial. Esta propuesta tiene que ver con la realidad geohistórica, donde el territorio no es solo un espacio económico, es un espacio cultural, histórico, ambiental y de intercambio regional. Estos espacios comienzan a surtir cambios de orden nacional con la iniciativa de una nueva geopolítica nacional apuntalada por Hugo Chávez en El primer plan socialista Simón Bolivar 2007- 2013[8], lo establece como quinta línea estratégica y a la nueva geometría del poder como uno de sus motores.

 La célula de este nuevo orden socio-territorial y económico lo constituye la comunidad, entendiendo la comunidad según Vargas y Sanoja como: La integración de un grupo humano que comparte intereses sociales, una cierta historia común, un determinado espacio de magnitud variable, unas determinadas relaciones con la naturaleza, procesos de trabajo concretos y unas singulares formas, por lo tanto culturales de relaciones entre si, donde prevalecen solidaridades y lealtades sociales[9]. Estas comunidades tienen una forma política que representa el poder popular, es llamado Consejo Comunal, donde la participación popular es esencial para la toma de decisiones en los ámbitos económicos, ambientales, culturales, sociales y políticos, a su vez los consejos comunales van integrándose en comunas, las cuales son la punta de lanza para la transformación del modelo jerárquico centralizado que aún está presente en el Estado venezolano.

 Ante este protagonismo inédito del poder popular queda la interrogante: ¿La nueva estrategia económica nacional en la explotación de recursos naturales en el llamado Arco del Orinoco, está realmente aprobada por sus comunidades en el aspecto ambiental, económico histórico y cultural?. ¿Cómo queda en los convenios mineros la soberanía nacional, teniendo en cuenta que se trata de arreglos de explotación minera con empresas internacionales, cuyo único fin es la maximización de la tasa de ganancia y su geoeconomía política obedece a los intereses estratégicos del capital imperial? En conclusión, existe una contradicción entre la imperial geoeconomía política y la visión geopolítica latinoamericana, específicamente la nueva geometría del poder en Venezuela, la cual responde a concretar los siguientes objetivos políticos: Igualdad social sustantiva La defensa de los recursos naturales El protagonismo popular en la toma de decisiones El equilibrio con la naturaleza El respeto hacia los principios históricos y culturales de nuestros pueblos originarios Defensa ultranza de la independencia y la soberanía nacional Políticamente para las clases trabajadoras de Venezuela, la geoeconomía encarnada en la nueva geometría del poder, deberá derrotar a la geoeconomía política de los intereses imperialistas.

 fiorecarballo@gmail.com

 [1] Sousa, E. d. (1993). De la geopolítica a la geoeconomía: una lectura del siglo XX. Comercioexterior, 974 - 976.
 [2] Ibidem
 [3] Ibidem
 [4] Unzué, J. L. (03 de agosto de 2010). www.ingeba.org. Recuperado el 28 de febrero de 2016, de http://www.ingeba.org/lurralde/lurranet/lur33/33orellaateneo/33orelateneo.pdf
 [5] Gabriel, M. (2011). Amor y Capital. New York: El viejo Topo.
 [6] Hernández, D. (2010). Reflexiones sobre la Revolución Bolivariana, II artículos periodísticos 2006 -2008. Caracas: Mihail Bajtin.
 [7] Gratius, S. (2011). El ascenso de América Latina. Desafios para la política exterior europa en 2012 , 92 - 95.
 [8] Chávez, H. (enero de 2009). https://wikipnfi.wikispaces.com. Recuperado el 2016 de 02 de 28, de https://wikipnfi.wikispaces.com/file/view/PNSB.pdf/308940288/PNSB.pdf [9] Iraida Vargas, M. S. (2015). La larga marcha hacia la sociedad comunal. Caracas: El perro y la rana.

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